La educación: un ensayo sobre su definición y sus fines
Ana Cecilia Espinosa Martínez
Toda institución educativa posee una concepción del término que determina su quehacer : la educación. Nosotros consideramos importante explicitar ese concepto y en ese afán es que desarrollamos las siguientes líneas.
Análisis de algunas definiciones de educación
Consultando diferentes definiciones del término educación , encontramos tres significados generales de la palabra manejados por Jaume Sarramona en su libro “ Fundamentos de educación ”.
La educación como una institución social: Sistema educativo.
La educación como resultado o producto de una acción.
La educación como proceso que relaciona de forma prevista o imprevista a dos o más seres humanos en una situación de intercambio y de mutuas influencias. (Sarramona, 1991: 27)
A esta última acepción Sarramona la considera el sentido científico del término, y es ésta la que resulta más atractiva; sin embargo, define el término en un sentido muy estricto, por lo que puede ser el punto de partida de una definición, pero no debe quedar ahí, es necesario ir más allá: sí, se trata de un intercambio, pero para qué.
Emile Durkheim introduce la dimensión social en su definición de educación como:
“...la acción ejercida por las generaciones adultas sobre las que aún no están maduras para la vida social. Tiene por objeto suscitar y desarrollar en el niño determinado número de estados físicos, intelectuales y morales que reclaman de él, por un lado la sociedad política en su conjunto y por el otro, el medio especial al cual está particularmente destinado.” (Ibarrola, 1985: 24)
Para Durkheim la educación no es otra cosa que un entrenamiento para la vida adulta, en una sociedad determinada por ciertas normas, valores, instituciones, sistemas económicos... reglas establecidas que la nueva generación deber aprender a jugar.
Como diría el mismo Durkheim, es la socialización metódica de los jóvenes. Y se trata no solamente de una socialización para la adaptación al sistema social en su conjunto, sino también a grupos particulares a los que va a pertenecer o ya pertenece.
En esta definición tenemos un qué y un para qué . Se trata de la acción de una generación adulta sobre una joven (el qué), en esa acción se proporciona a los receptores un algo : un conjunto de elementos, que Durkheim considera logros humanos, resultado de las experiencias del hombre que son conservados y transmitidos a las nuevas generaciones a través de la educación por una entidad que las trasciende a todas : la sociedad. En una palabra, lo que se transmite a través de la educación es la cultura de una determinada sociedad.
Esta transmisión pretende crear en los receptores una serie de características que la sociedad y los grupos particulares consideran que deben tener sus miembros. Y aquí tenemos el para qué: para adaptar a los individuos a su medio social.
La socialización es uno de los aspectos centrales de la educación, y lo encontramos en más de una definición, un ejemplo más nos lo da Imídeo Nerici:
“La educación es un proceso que tiende a capacitar al individuo para actuar conscientemente frente a nuevas situaciones de la vida, aprovechando la experiencia anterior y teniendo en cuenta la integración, la continuidad y el progreso social :”(INCAFI, 1990:12)
Nos dice también que esto debe hacerse aprovechado la experiencia anterior, la experiencia de vidas pasadas, experiencia acumulada en la sociedad: la cultura.
Y es importante no olvidar la integración (del individuo a la sociedad), la continuidad (de la cultura) y el progreso social.
Pero aquí encontramos un aspecto novedoso. Para este autor educar es un proceso que tiende a capacitar. Puede parecernos un término muy devaluatorio para hablar de la educación, pero nos parece que revela un aspecto importante: si entendemos capacitación como lo entienden autores como Jaume Sarramona, como la adquisición de conocimientos y técnicas necesarios para ejercer una profesión o actividad determinada, encontraremos que Nerici está tocando uno de los puntos importantes de la educación, al menos a juicio de los sistemas educativos de las sociedades actuales, el de la preparación del individuo para el trabajo.
Pero vayamos a una tercera definición. Sarramona, intentando, como él mismo dice “hacer una síntesis de las notas fundamentales de la educación”, opina que ésta es:
“Un proceso esencialmente dinámico entre dos personas
que proporciona las metas y ayudas para alcanzar las metas del hombre, partiendo de la aceptación consciente del sujeto,
que pretende el perfeccionamiento del individuo como persona, que busca la inserción activa y consciente del individuo en el medio social,
que significa un proceso permanente e inacabado a lo largo de toda la vida humana,
que el estado resultante, aunque no definitivo, supone una situación duradera y distinta del estado original del hombre” (Sarramona, 1991: 32)
En este caso Sarramona vuelve a tocar algunos puntos que ya vimos: la socialización, al decir que busca la inserción del individuo en el medio social; la idea de que se trata de un proceso; y, aunque en los otros autores no es explícito, la idea de que el estado resultante es distinto del estado original, finalmente tanto para Durkheim como para Nerici, la educación implica un cambio en el individuo.
Pero Sarramona introduce un elemento novedoso: el desarrollo del individuo como persona, y habla de su perfeccionamiento y de alcanzar las metas del hombre y, por tanto, se trata de un proceso inacabado que dura hasta la muerte del ser humano.
En lo particular no estamos de acuerdo con una postura metafísica, no nos inclinamos por el idealismo, así que no hablaríamos de perfección ni tampoco de alcanzar las metas humanas, como si estas estuvieran puestas de antemano. Sin embargo, lo que parece rescatable de esta postura es su preocupación por ver a la educación como un desarrollo del individuo y no sólo como un medio de socialización o capacitación para que adopte roles futuros.
Consideramos que esta labor de desarrollo individual que debe tener la educación ha de dirigirse a todos los aspectos humanos de forma integral: su creatividad, su sentido crítico, su capacidad de abstracción, sus valores... no sólo para beneficio individual, sino también para contribuir al mejoramiento y evolución de su sociedad con la transformación o creación de nuevos contenidos culturales.
Definición de educación
Retomando las ideas extraídas de cada autor para una definición propia de lo que es educación, emplearíamos las siguientes:
1. Por un lado, se trata de un proceso social que, como tal, relaciona a dos o más individuos.
Sea a través de una educación tradicional con un docente y un discente frente a frente en el aula, o a través de educación a distancia o incluso mediante el autodidactismo, la educación involucra como mínimo a dos personas, por lo que se trata de un proceso social en donde las dos partes involucradas intercambian no sólo información, sino también formas de pensar, de sentir, opiniones, hábitos, en fin formas de vidas. Pero donde principalmente una de las partes se ve influida por la otra, aunque esta última no es impermeable a las acciones de la primera.
Ahora bien, hablamos de un proceso social, pero ¿con qué fin?
2. Uno de los fines esenciales de la educación es la socialización de las nuevas generaciones para que se adapten a la sociedad donde van a desenvolverse.
Dijimos que en este proceso social que es la educación, es determinante la acción que una de las partes ejerce sobre la otra, acción que es más formativa que informativa. De hecho la parte que recibe la acción se forma, a través de la educación, para insertarse en su sociedad de manera natural, sin choques ni enfrentamientos.
Se trata, pues, de una adaptación que debe incluir no sólo hábitos, valores, actitudes y comportamientos socialmente aceptados, sino también las habilidades y conocimientos para el desempeño futuro de un trabajo en la sociedad.
3. Ello nos lleva a concluir que lo que la sociedad transmite a sus miembros a través de la educación es la cultura o forma de vida del grupo social particular, transmisión que garantiza su supervivencia y permanencia como grupo.
La cultura humana es la forma de ser de una sociedad y es el elemento que garantiza la supervivencia y desarrollo de sus miembros, pero para ello hace falta que sus integrantes la adquieran, la enriquezcan y la reproduzcan.
Por ello es que la cultura se ha encargado de crear un mecanismo de transmisión de todo su bagaje a las nuevas generaciones, ese mecanismo se llama educación.
La educación nació y tiene aún un fin eminentemente social de transmisión de las formas de vida de la sociedad: la cultura, a las nuevas generaciones, y a través de ello de incorporación de éstas al medio circundante. Su finalidad es garantizar la supervivencia y desarrollo del grupo social y con ello de los individuos que lo integran.
4. Pero la sociedad debe, además, garantizar el desarrollo de los individuos para beneficio propio y de su sociedad, con el fin de aceptar los aspectos positivos que ella le ofrece, pero igualmente reconocer sus fallos y debilidades y poder trabajar activamente en modificarlos.
En otras palabras, para que la cultura sobreviva y evolucione, garantizando la evolución y supervivencia de sus miembros, es necesario que la sociedad no sólo transmita el acervo de información que ha acumulado durante generaciones, sino que también fomente las facultades de los individuos para que éstos enriquezcan su cultura, encuentren formas mejores de convivencia social y formas más racionales de convivencia con el entorno natural. Esta es tarea también de la educación.
Así la educación tiene dos funciones:
La transmisión de la cultura, como forma de vida del grupo social para garantizar su permanencia y adaptar a los individuos a la sociedad; y
El fomentar el desarrollo de las facultades del individuo.
Ambas funciones tienen la finalidad de supervivencia y desarrollo de la sociedad y, en última instancia, de la especie.
Sin embargo, en primera instancia, su finalidad es el desarrollo del individuo como ser humano y su adaptación como ser social.
Así la educación es el mecanismo a través del cual la sociedad transmite a sus miembros la cultura que le caracteriza, para asegurar su continuidad y adaptarlos al entorno social. Esta transmisión debe permitir el desarrollo de la capacidad creativa y reflexiva del hombre como parte de su crecimiento personal y para darle la oportunidad de contribuir a la evolución de su cultura y su sociedad.
De esa manera, la educación tiene ante todo un fin social que se traduce en un bien para la especie, pero conlleva también un beneficio individual.
Bibliografía:
Ibarrola, María De. (1985) Las dimensiones sociales de la educación . Editorial el Caballito. SEP. México. p.24
Nierici, Imideo (1990) Apuntes sobre educación . INCAFI. p.12
Sarramona, Jaume (1991) Fundamentos de educación . CEAC. 2ª Edición. Barcelona. p. 27
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