¿SABÍA USTED QUE...?

Un reino olvidado

TEll Mardickh es un pequeño villorrio de campesinos a unos cincuenta kilómetros al sur de Aleppo, a algunos centenares de metros a la izquierda de la carretera que conduce a Damasco, la capital de Siria.

En el año de 1963 Paolo Matthiae, joven profesor de Arqueología Oriental de la Universidad de Roma, se traslada a Tell Mardickh en persecución de una idea, o mejor dicho de señales.

Estas señales indican que en una enorme colina artificial, un tel, como lo llaman los árabes, justo al costado del villorrio de Mardickh podría encontrarse sepultado un reino fabuloso, misteriosamente desaparecido de la faz de la tierra, tras haber dominado durante varios siglos del tercer milenio antes de Cristo la Siria y la Mesopotamia.

El éxito corona la expedición y el nombre de Matthiae pasa a formar parte de la historia de la arqueología, junto al nombre de la ciudad por él descubierta en el desierto sirio: Ebla.

Ebla ha sido definida como el más importante descubrimiento arqueológico del siglo veinte, pues hasta entonces se pensaba que las únicas grandes civilizaciones que dominaban el mundo en el tercer milenio antes de Cristo eran los egipcios y los sumerios. Que entre ellos y el mundo prehistórico europeo sólo había pequeños reductos agrícolas sin importancia. El encuentro de Ebla, “el reino olvidado”, altera por completo esa concepción.

Bibliografía

Zanot Mario (1981) Ebla un Reino olvidado. Editorial Javier Vergara. Argentina.

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NO. 10