EL ARTNAAC Y LA GEOBIOLOGÍA
Por: Jorge Meunier Valladares *
Se siente a gusto en su casa?
¿Disfruta de buena salud?
¿Duerme y descansa perfectamente por las noches? O ¿Siente la necesidad de fumar, tomar o pelear por nada?
Tal vez le genera tensión o ansiedad permanecer mucho tiempo en casa.
Esto sucede a menudo, sobre todo cuando se trata de los llamados espacios mínimos, que encierran, enclaustran e incomodan a las personas. Particularmente los niños y jóvenes suelen ser más sensibles.
Un gran número de personas padece continuamente trastornos de salud, desde dolores de cabeza leves y migrañas, hasta enfermedades más serias que los medicamentos y terapias parecen no poder solucionar. Es común levantarse de mal humor, tensos y nerviosos por las mañanas, con la espalda adolorada, párpados hinchados o una pesadez de cabeza que no desaparece hasta que se ingiere una aspirina o un par de cafés.
Quizá ya esté acostumbrado a padecer estas molestias, al grado que las considere normales y parte de usted, como una herencia familiar, o simplemente las vea como enfermedades crónicas. Es posible, inclusive, que su medico familiar o terapeuta, al no poder a ayudarle a encontrar el origen real de su enfermedad, le haya comentado que todo es psicológico (psicosomático), que lo que el enfermo busca simplemente es conseguir atención y que no tiene nada.
Quizá no les falte razón, si tenemos en cuenta que las situaciones descritas (dolores, afecciones crónicas...), suelen acompañarse de muchos momentos de tensión, nerviosismo e incluso agresividad hacia quienes nos rodean; con lo cual todo se agrava.
Tal vez en alguna ocasión haya usted percibido que la casa, la cama, el negocio u oficina donde labora diariamente le ocasiona aburrimiento, estrés o tensión hasta el punto de no querer trabajar más en él, situación que se convierte en un factor desequilibrante cuando se intenta lograr una vida armoniosa y placentera, afectando su vida personal o llegando a lastimar la vida de otras personas cercanas a usted.
Si aunado a esta percepción, cuando usted sale de viaje, los trastornos desaparecen o mejora su estado de ánimo, no es descabellado pensar que e l problema, podría tener origen en la disposición o diseño de los espacios que usted habita: su casa u oficina, por poner un ejemplo.
Pero ¿Puede en realidad existir alguna relación entre el lugar que habitamos, los materiales de construcción, la orientación de la casa o la presencia de tendios eléctricos, por una parte y el equilibrio físico o psíquico, o la salud en general, por otra?
El estudio de la Geobiología, desarrollado principalmente en países Europeos (Alemania, España y Francia) a lo largo de cincuenta años, provee una respuesta afirmativa a este planteamiento.
Un buen número de enfermedades, tiene una estrecha relación con los espacios arquitectónicos: casas, oficinas, fábricas, escuelas...
Nuestra salud física y mental no sólo depende de los alimentos que ingerimos, la higiene personal o la calidad del aire que respiramos, sino de muchos otros factores.
Cada día se hace más patente que una enfermedad no tiene una sola causa, si no que son muchos los factores que entran en juego. Se ha comprobado que para que un virus pueda destruir una célula o todo un órgano y comprometer nuestra salud, causándonos fiebre o una fuerte infección, no bastará que lo absorbamos por vía respiratoria o, a través de una lesión, sino que se verá obligado a vencer la barrera electromagnética que protege cada una de las células de cualquier organismo.
Pero ¿qué debilita el sistema inmunológico de un individuo, hasta hacerlo vulnerable a los virus, bacteria o determinada sustancias tóxicas?
Por un lado la relación “dieta-salud”.
En efecto, una alimentación desequilibrada, deficiente, refinada en exceso o cargada de sustancias tóxicas (demasiadas grasas saturadas, aditivos químicos...) o bien carente de los aminoácidos o vitaminas adecuadas, alterará el equilibrio celular.
Por otro lado, la relación “estrés-salud”, es también un hecho que afecta.
Las personas relajadas, con una actitud mental positiva y que le sonríen a la vida, padecen menos trastornos orgánicos o psicológicos, y se recuperan más fácilmente de intervenciones quirúrgicas o traumatismos.
Finalmente, la influencia de “la mente sobre el cuerpo, así como el cuerpo sobre la mente” es ya incuestionable. Por ello es que resulta recomendable trabajar en cosas que nos agraden y nos sean satisfactorias; Es igualmente importante relacionarnos con personas que nos hagan sentirnos útiles y felices, así como vivir con nuestros propios principios. Esto nos permitirá superar o al menos afrontar mejor cualquier conflicto, obstáculo o problema que la vida nos plantee. Sentirse fracasados, frustrados, amargados o insatisfechos con nuestra existencia, teniendo la sensación de no estar viviendo de acuerdo a nosotros mismos, será la antesala de muchas enfermedades.
La Geobiología informa y estudia la existencia de fuertes radiaciones procedentes del subsuelo de la tierra, que pueden desequilibrarnos física o psíquicamente al grado que una incorrecta instalación eléctrica en nuestra casa u oficina, puede causar muy serios desarreglos del sistema nervioso inmunológico, llevándonos a un estado de nerviosismo, irritabilidad o incluso (según estadísticas) a tener el doble de probabilidades de padecer leucemia o un tumor cerebral (cáncer).
Por el contrario, buscar un buen sitio y permanecer cierto tiempo en un lugar armónico exento de fuertes alteraciones energéticas y con el campo magnético terrestre en equilibrio, reforzará nuestra resistencia inmunológica lo que ayudará a combatir virus o sustancias tóxicas que busquen ingresar a nuestro organismo.
De ahí, la necesidad de una orientación adecuada de los espacios, con objeto de evitar las radiaciones telúricas (procedentes de la tierra) o eléctricas, cruces geomagnéticos, cruces de líneas “H” u otras anomalías estudiadas por la Geobiología.
LA GEOBIOLOGÍA
La Geobiología se encarga del estudio de la contaminación eléctrica o electromagnética que afecta a los seres vivos en general y a los humanos en particular. Trata de descifrar en qué medida cada uno de estos elementos incide en la salud y las enfermedades, con el afán aportar respuestas a cómo protegernos y mejorar con ello nuestras condiciones de vida.
La Geobiología busca pues demostrar, entre otras cosas, que la construcción tiene una directa relación con la salud humana.
Dentro de los especialistas que realizan este tipo de estudios encontramos: arquitectos, ingenieros, geólogos, médicos, biólogos y otros investigadores.
Hoy en algunas universidades de Europa, en Francia, España y Alemania se participa en el desarrollo de este tipo de investigaciones. No obstante, este no es el caso de América (México) donde los estudios en Geobiología son considerados como poco importantes por las instituciones universitarias.
Los fundamentos de la Geobiología descansan también en las ideas y filosofía de nuestras culturas mesoamericanas, principalmente, la cultura Maya. 1
Recordemos que el ARTNAAC, se concibe una arquitectura de la armonía cósmica y tiene como pretensión rescatar y emplear estas filosofías, como fundamento y marco orientador de la arquitectura (mexicana).
Ejemplos de esta arquitectura de la armonía cósmica son los centros ceremoniales de nuestros antepasados mesoamericanos cuya ubicación se da en lugares precisos, debido a que son zonas de gran radiactividad natural, la que buscaban con objeto de armonizar las energías magnéticas de todo su pueblo. En este sentido, es importante notar que se trataba de pueblos generalmente sanos, organizados, sencillos y sin complicaciones de estrés.
EL EDIFICIO ENFERMO
Oír hablar del síndrome del edificio enfermo o edificio con cáncer, es referirnos a las construcciones no estudiadas en sus términos energéticos y magnéticos.
Y en ello interviene la falta de estudios o análisis de los usuarios de los espacios, en relación con:
- El ruido
- La calidad del aire
- El frío y el calor en la viviendo
- La decoración y el mobiliario
- La contaminación eléctrica
- Las radiaciones positivas o negativas
- Las energías magnéticas y los ríos subterráneos
- Las energías generadas por el color y las texturas
- Las energías generadas por los materiales de construcción
- Las energías generadas por las formas geométricas del diseño
- Los instrumentos u otros objetos que trabajan con magnetismo y con los que convivimos a diario
- La orientación y el clima
- La utilización de la energía solar y lunar.
Según investigaciones, las radiaciones y los campos magnéticos perjudican los procesos bioquímicos y energéticos de las células de nuestro cuerpo. Siendo de ello consecuencia: molestias inicialmente leves, que normalmente achacamos al estrés, al clima o a otras condiciones de vida. No obstante, después de unos años, (cinco o más), es posible desarrollar verdaderas enfermedades cónicas (que incluso amenazan la vida) tales como reumas, asma, bronquitis crónica, molestias en el vientre, enfermedades gástricas, úlceras en el estómago, afecciones e infecciones renales, flebitis, hipertensión, arritmia, infarto al miocardio, leucemia y cáncer.
En general, el cuerpo se debilita bajo el efecto de la irradiación, de manera que sus defensas contra los alergenos se deterioran, provocando la malformación de las células. Razón por la cual es importante realizar estudios en torno al tipo de radiaciones a que se está expuesto en las viviendas. Pero:
CÓMO IDENTIFICAR QUE SE ESTÁ EN UN ESPACIO ENFERMO
Es probable que usted se esté viviendo, por ejemplo en un dormitorio enfermo, si:
No puede dormirse durante horas
Padece insomnio
Se mueve mucho por la noche
Tiene pesadillas frecuentemente
Grita o llora con frecuencia por la noche
Es sonámbulo
Rechina o castañetea los dientes
Tiene continuamente frío por las noches o sudores repentinos
Se cae de la cama
Duerme en un extremo de la cama o llora al despertarse.
QUÉ MEDIDAS TOMAR
Los geobiólogos alemanes, dan una serie de recomendaciones respecto de cómo protegerse de las radiaciones en los espacios que habitamos. Veamos:
Aunque es imposible protegerse de todas las radiaciones que afectan a nuestro organismo, sí es posible tomar algunas medidas. Por ejemplo, a los enfermos crónicos se les recomienda que comprueben que no existen radiaciones peligrosas en su dormitorio o lugar de trabajo y en caso de haberlas, habrá que evitarlas o cambiar de habitación.
Los resultados de las mediciones y los efectos positivos que tienen los cambios de ubicación de los enfermos, han confirmado lo acertado de estas medidas.
Al proteger un espacio como el dormitorio, que es un lugar sensible (y en el que pasamos en promedio ocho horas diarias), es posible evitar que nuestro sistema inmunológico se debilite por la acción de aquella clase de radiaciones que se pueden suprimir.
Para hacerlo, en las instalaciones deberían verificarse (de ser posible por personas con experiencia en Geobiología):
- Cables eléctricos protegidos (cables coaxiales)
- Evitar conductos principales junto a la cama o el lugar de trabajo
- Interruptores que impidan el paso de la corriente eléctrica durante la noche y en todo el dormitorio
- Interruptor que evite el paso de corriente en aparatos defectuosos
- Camas no cerca de cables eléctricos ni enchufes.
- No colocar radios, celulares, televisores, relojes u otros aparatos con energía, cerca de la cama
- No ubicar teléfonos cerca de la cama
- No utilizar almohadas o cobertores eléctricos
- No permanecer en recámaras fabricadas con piezas metálicas
- Si es necesario, cambiar de dormitorio (Aunque existen aparatos que eliminan las radiaciones, éstos no suelen siempre ser efectivos).
Desafortunadamente, muchos ingenieros y arquitectos de hoy día, desconocen o no dominan esta rama de la Geobiología o la miran con un escepticismo total, ellos diseñan, construyen hermosos edificios, casas, residencias, oficinas, negocios, pero sin saber si sus proyectos concentrarán la energía correcta para sus clientes o usuarios.
Que decir, cuando las personas dejan toda la obra a su dirección, o en el mejor de los casos, es construida por un maestro de obras sin asesoramiento profesional.
Con los estudios geobiológicos es posible prevenir o reducir la aparición de trastornos de salud relacionados con los lugares de residencia. De coincidir estos lugares con un espacio armónico en lo energético, es decir, un espacio de trabajo bien estudiando en sus campos magnéticos, quienes los habiten se sentirán bien, hallando el reposo o la concentración deseada, permitiéndoles mayor rendimiento. G
* Todas las afirmaciones hechas en este artículo son responsabilidad de su autor.
1 Consultar el artículo “El ARTNAAC” publicado por esta revista en su número 9. Noviembre. 2002 |