¿Por qué titularse?
Por: Nora Enid Hernández Cortés
Por qué titularnos? Quizá es esta la pregunta que a muchos de nosotros como alumnos nos viene a la mente una y otra vez. Quisiéramos que nos la respondiera cuanto maestro nos imparte clase casi al final de la carrera. Probablemente pensarás en que tus tarjetas de presentación se verán más llamativas al anteponerle el “Lic., Ing., o Arq.”; aunque muchos ya las tienen sin haber presentado su examen profesional por alguna circunstancia.
Egresé del Centro de Estudios Universitarios ARKOS en diciembre de 1998 y cuatro años después, en junio de 2003 presenté mi Examen Profesional. Recordarán que en el artículo “ A un paso de la Meta ” del ejemplar de julio relaté mi ejercicio profesional como reportera y jefa de prensa en el Ayuntamiento de Puerto Vallarta, tuvieron que pasar cuatro años para decidirme y titularme por experiencia profesional.
¿Mi experiencia en el Examen?, uno lo asocia a una tortura sin fin. Previo al mío realicé un viaje que me sirvió para quitarme un poco el stress a mi “tortura”. Una vez que plasmé en un documento mi experiencia en el Ayuntamiento de Puerto Vallarta llegaba la hora de la demostración ante la sociedad. Me programaron el Examen un sábado por la tarde, puntual asistí a lo que sería una conversación sumamente amena al recordar lo aprendido en la Universidad ARKOS y lo aplicado en Palacio Municipal.
El material audiovisual
Debido a la diversidad de mi carrera me fue permitido elaborar un material audiovisual como apoyo en mi Examen Profesional. Fotografías, video y spots radiofónicos fueron los elementos que demostraban un poco mi experiencia adquirida a lo largo de cuatro años. Gracias a la excelente edición de Manuel Mora, productor del Ayuntamiento, tuve la oportunidad de presentar el material con una breve explicación. Material que puede ser consultado en la biblioteca del Centro Universitario Arkos.
Es curioso, ver fotografías del Ayuntamiento y notar que fueron pocas las ocasiones en que me veía junto al Gobernador o Presidente Municipal. ¿La razón?, el equipo de prensa del Alcalde y de algún funcionario suele esconderse tras las personas al notar la presencia de algún fotógrafo, ya que se sabe de la molestia al ver gente ajena a la figura gubernamental en la fotografía. Pasé horas frente a la computadora a fin de “cazar” alguna foto mediante la cual pudiera comprobar mi asistencia en giras gubernamentales de trabajo.
Gracias al programa de televisión “Conexión 2000” y de haber digitalizado algunas imágenes, fue posible adquirirlas del archivo de Comunicación Social del Ayuntamiento. En el programa participé como conductora adjunta al Presidente Municipal, David Cuevas García y al Secretario Particular, Mauricio Lira. Del mismo archivo pude rescatar algunas participaciones como “voz institucional del Ayuntamiento” al grabar algunos spots radiofónicos. De esta manera, con fotografías, video y audio se conformó el material que presenté previo a las preguntas efectuadas por mis sinodales.
Mis sinodales
Si algo nos marca de nuestra Alma Matter es sin lugar a dudas personal docente. Papel fundamental juegan los maestros al legarnos un sinfín de conocimientos. Gabriela Scartascini escribió su nombre en el pizarrón al mismo tiempo que se presentaba con su acento propio argentino. Redacción y Estilo fue la materia que también escribió en el pizarrón en el primer cuatrimestre que cursaba de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. 1995 fue el principio de una sólida relación entre el conocimiento y la sed por el mismo. Gracias a su participación activa en la Radio Cultural fue posible que practicáramos en esas instalaciones.
Al egresar de la carrera e ingresar al Ayuntamiento, de vez en cuando teníamos la oportunidad de coincidir en algún evento y antes de un ¿cómo estás? Era un ¿cuándo te titulas?; pero no era una broma, era como cuando el docente te pregunta mirándote fijamente a los ojos ¿y su trabajo?, algo así. Creo que estaba más preocupada por titularme que yo misma. Por tal motivo, al presentar mi renuncia no dudé ni un segundo en consultarla para informarle de mi decisión en titularme. Al contribuir en mi asesoramiento me sentí segura en cada paso dado. Al término de mi Reporte por Experiencia Profesional, fue en la Subdirección de Servicios Escolares donde me informaron que sería ella una de mis sinodales.
Cursé el jardín de niños, la primaria y la secundaria en el Centro Educativo “Josefina Chávez san Juan” y el bachillerato en CBTis 68 por lo que me era familiar el rostro de Ana Cecilia Espinosa. Primeramente como maestra de mi hermano en la primaria y posteriormente, al ingresar a la universidad. Por la estima hacia el entonces director del CBTis, Ingeniero, Eduardo Espinosa, me era agradable conocer la trayectoria de sus hijas, Alejandra y Ana Cecilia.
Gracias a que la Subdirección de Servicios Escolares me canalizó hacia Ana Cecilia fue posible estrechar lazos, otra vez, de conocimiento y sed del mismo. Me asesoró. Pero más que asesorarme en realizar mi Reporte por Experiencia Profesional, fue una ayuda para motivarme en este gran paso, en trazar mis objetivos en lo redactado. Fueron horas las pasadas frente a un monitor, pero de esas fueron también dedicadas a explicarme el rumbo de mi Reporte en la oficina de Ana Cecilia, sin el bullicio de los universitarios, sólo algunos maestros que buscaban el proyector de imágenes, las extensiones o las llaves de alguna bodega.
Quien me preocupaba un poco era Luis Eduardo y no porque supiera que fuera severo o estricto en lo que preguntaría, sino porque lamentablemente no tuve la oportunidad de estrechar lazos como las maestras antes mencionadas. Sólo se me informó que por ser el coordinador de la carrera sería mi sinodal. Fue él quien me invitó a relajarme en “una plática amena” como le denominó a mi Examen. Respiré tranquila.
El Examen Profesional
¿Qué me preguntarán?, esta fue la primera pregunta que me saltaba desde el inicio de mi Reporte, pero al verlo tan lejano me avocaba a escribir. El día llegó y los nervios me asaltaron, no como los esperaba pero me vinieron. Llegué una hora antes a la biblioteca, recinto donde se realizan los Exámenes Profesionales, para conectar la computadora y el proyector y comenzar las pruebas de mi proyección. Me tranquilicé al ver a mi primer invitado, Edgar Treviño, reportero de La Explosiva. Conversamos de los eventos que le tocó cubrir, de políticos y no, del clima, de todo y de nada. Uno a uno comenzaron a llegar y entonces se asomaron mis sinodales. Comenzó la formalidad al pedirme que proyectara el material que había preparado.
El drive del disco compacto no me abría y entonces me asaltaron los nervios. “Relájate, cuenta hasta diez”, pensaba. Me invitaron a mi lugar donde me esperaba una jarra de agua y por inercia cual orador que lleva tres horas hablando, la vertí en mi vaso y sólo tomé un trago. Comenzaron las preguntas. Créanme que no preguntarán algo que no hayamos visto plasmado en nuestro Reporte o en el salón de clases. Entonces me fui relajando hasta que observé mi Examen como una conversación de lo más relajado. Uno a uno mis sinodales se tomaron su tiempo para preguntarme y yo gustosa notaba que el tiempo pasaba velozmente.
Llegó el momento de solicitarme salir del recinto para que el jurado pudiera deliberar. Algunos de los invitados no resistieron y acudieron a felicitarme, sin antes saber el veredicto. Al ingresar nuevamente dieron lectura a documentos oficiales donde se me informaba que habían decidido aprobarme, momento en el que esbocé la primer sonrisa que no era de nervios. La toma de protesta fue de lo más curioso porque no recuerdo con claridad lo leído, ya que contemplaba los rostros de mis sinodales quienes me asesoraron para, con la mirada, agradecerles ese momento que estaba viviendo tan esperado y emocionante.
Pero, ¿por qué titularme?
Cuando te trazas un objetivo no queda nada sino alcanzarlo para disfrutar la satisfacción que te brinda. Eso fue exactamente lo que me ocurrió al presentar mi Examen Profesional. No para realizar un esfuerzo mayor al anteponer “licenciada” al presentarnos con alguna persona y tampoco para plasmarlo en cuanto papel se nos atraviese. Es para disfrutar esa satisfacción tan grande al levantar la mano y tomar protesta y ver concluido sólo un ciclo de los diversos que nos ofrece la vida. Es para voltear atrás en un futuro y contarles a nuestros predecesores que obtuvimos un éxito al titularnos porque fue la premiación al esfuerzo depositado en la institución que nos confió la educación.
Gracias a la oportunidad que brinda la Universidad ARKOS de titularnos por Experiencia Profesional, fue posible plasmar la mía en un Reporte que entregué a mi Alma Matter para su consulta en la biblioteca. No esperes a ser transferido de nueva cuenta a Vallarta por tu trabajo para intentar titularte después de cinco o diez años de egresar. Tampoco esperes que tus hijos crezcan para intentar la titulación. Busca asesoría, que no te faltará, para que seas motivado y logres otro éxito en tu vida.
|