Política y Economía en el México Actual: 3er evento de mesas redondas
Por: Alejandra Espinosa Martínez
La política y economía en el México de nuestros días fue el tema que concentró a la comunidad docente y estudiantil del Centro de Estudios Universitarios Arkos el pasado 18 de Febrero en su tercer evento de mesas redondas. En él participaron 13 ponentes: once de los cuales fueron estudiantes de las áreas de Derecho, Negocios Internacionales, Contaduría Pública y Ciencias de la Comunicación. Las dos ponencias restantes fueron presentadas por un docente -Lic. Carlos Scheel Martín- y el director general de la Universidad, Ing. Eduardo Espinosa Herrera.
En las ponencias se observó la diversidad de posturas respecto a la situación actual que nos aqueja en el plano local, nacional e internacional y las cuestiones que la generan; sobre el ejercicio y eficiencia de los poderes ejecutivo y legislativo del país; sobre el camino ganado o no, en el tránsito hacia la democracia; sobre las posibilidades de mejora social y la incursión verdadera de México en el plano internacional; sobre la dependencia económica, científico y tecnológica de la nación; sobre la responsabilidad del individuo educado y de las universidades de contribuir a mejorar las condiciones de la sociedad mexicana en general; sobre la necesidad de construir y participar en la edificación de un proyecto de nación claro, que oriente el quehacer de las instituciones del país y de los mexicanos...
Así, por ejemplo, desde la perspectiva de Eduardo Fregoso, estudiante de Ciencias de la Comunicación, el gobierno actual funciona correctamente, por lo que instó al público a ser paciente en la espera de resultados, pues no se pueden generar cambios de la noche a la mañana:
“...ahora que el partido en el poder es distinto, queremos ver cambios en muy poco tiempo y como no los percibimos, creemos que no está funcionando correctamente, pero estamos equivocados, el gobierno está trabajando y debemos esperar más tiempo...”
En contraste con esta postura, Yeselia Rodríguez apunta que “al transcurrir tres años de gobierno Foxista, los cambios deberían estar a la vista...” no obstante “...las cosas siguen igual, no se producen mejoras en la política y economía nacional”
Y Reyna Cervantes observa que aún cuando según nuestros representantes políticos, señalan que México está viviendo una mejora económica ella está en desacuerdo porque tal mejora no se ve reflejada en la economía de la gente, “la clase media está compuesta por la gente de siempre (...) y la muchedumbre de la clase baja continúa sumergida en la pudrición a la que los han llevado los responsables del bienestar de la nación”.
Así, el sentir de un buen número de los ponentes es que el gobierno debe operar una estrategia económica y política que busque el mejoramiento del nivel de vida de todos los mexicanos y no de unos cuantos.
Pues, como apunta el Ing. Eduardo Espinosa, “Ya es hora de que las fuerzas políticas de nuestro país dejen de anteponer sus intereses partidistas y personales a los del pueblo, olvidándose de pregonar doctrinas que ni ellos mismos son capaces de defender y que los hacen ver como profesionales de la simulación. Si verdaderamente buscan propiciar los cambios que el país requiere en el propósito de encontrar mejores caminos que nos lleven a todos los mexicanos a mejores estadios de bienestar y prosperidad, deberán ser congruentes en el hacer con el decir, cambiando las actitudes hasta ahora manifiestas por una alto grado de madurez y civilidad. No obstante, agregó, en tanto toca no sólo a las autoridades la decisión del rumbo de la nación, la sociedad mexicana en general debe participar activamente en la construcción de un proyecto de nación más justo e igualitario y en este contexto las universidades tienen la responsabilidad de generar en las comunidades en que se enclavan una conciencia crítica que permita dilucidar no sólo las situaciones que originan la problemática social sino avistar su solución; siendo sus egresados agentes de cambio entregados no sólo a la búsqueda de un crecimiento profesional y personal sino también de las mejoras de su sociedad.
A esta postura se suma Javier Peña Ramos, estudiante del VIII cuatrimestre de la Lic. en Derecho al apuntar que “los universitarios estamos obligados a ir cultivando una conciencia político-económico-social en nuestros descendientes, a fin de ir formando hombres concientes de las necesidades que en todos los sentidos adolece nuestro país”.
Otros estudiantes de derecho, por su parte, señalaron el proceso de transición en que se encuentra México y reconocieron la difícil labor que representa la consecución de una verdadera democracia en una nación donde históricamente el ejercicio del poder se ha fincado en una política autoritaria.
Así, para Ivette Flores “México se encuentra en una transición histórica, las aspiraciones de la nación son alcanzar un régimen político democrático y un desarrollo económico equitativo, la transición a esas metas es difícil ya que en el curso del siglo XX el país ha tenido un sistema político no democrático que procreó una cultura política autoritaria y un desarrollo económico que produjo y amplió la desigualdad social.”
En torno a la cuestión de la transición el profesor Carlos Scheel Martín señaló la importancia de aclarar lo que el término cambio significa-más allá de su uso como eslogan de campañas federales-, y cuestionó su naturaleza, advirtiendo la connotación que adquiere desde la visión neoliberal:
“Desde una perspectiva neoliberal, el término cambio ha adquirido una connotación que lo liga de manera eufemística con el desarrollo de la tolerancia a la inestabilidad, haciendo parecer que la búsqueda de seguridad social, de estabilidad en el trabajo, de oportunidades de desarrollo, es en realidad miedo al cambio, propio de una mentalidad anticuada destinada al olvido”
Desde su óptica, el cambio en el contexto mexicano se refiere al tránsito de una cultura autoritaria a una democrática y en ese sentido “...el cambio que necesitamos debe estar enfocado a establecer mecanismos de comunicación social que permitan la elaboración colectiva de un amplio proyecto de nación”.
Con esta postura coincide Ubardo Aguilar al señalar que el construir un proyecto nacional es una prioridad que concierne a todos, sociedad civil y autoridades. Esto nos conduce al cuestionamiento obligado que disparara el Profesor Scheel al público en tono de reflexión:
¿Es este el México que queremos? Si es así, no tenemos de que quejarnos. Y si no lo es ¿por qué no hacemos nada por cambiarlo?
En otras palabras, -como señalan Luisa Rufino y Rosa Ibarra, estudiantes de Contaduría y Negocios Internacionales- s i queremos un México democrático, justo y desarrollado, con mejores condiciones de vida que las actuales y que entre por la puerta grande al concierto de naciones; si, buscamos disminuir la pobreza, la ignorancia, las desigualdades... necesitamos involucrarnos todos, porque si estamos esperando que los cambios se den por arte de magia o casualidad, o los generen otros, nuestro futuro será incierto. “La situación del país seguirá igual mientras los mexicanos sigamos de brazos cruzados.” .
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