Ponencia: Política y Economía en el México Actual

Por: Eduardo Espinosa Herrera

Confieso a ustedes, antes de iniciar la lectura sobre el tema que nos ocupa, mi pobreza de conocimientos en materia de Economía y Política.

Por fortuna, no se trata de presentar aquí un análisis estadístico y financiero sobre la situación que prevalece actualmente en nuestro país en relación con el desarrollo económico y las políticas gubernamentales aplicadas para este propósito, que corresponden, sin duda, a los profesionales y expertos en estas áreas; economistas, sociólogos, historiadores y filósofos por mencionar algunos.

Cierto es que la economía mexicana vive una vez más una situación de crisis, generada principalmente por cuestiones políticas en donde las discrepancias entre el Ejecutivo y el Legislativo han provocado un panorama nacional nada grato, ya que por un lado, miles de empresas se abaten en la incertidumbre de su permanencia, en tanto que la inmensa mayoría de la población transita en la desesperación de la escasez de dinero en los bolsillos y la angustia por asegurar un mejor mañana.

Tristemente, los responsables de conducir el desarrollo socioeconómico de México han asumido actitudes de irresponsabilidad, contrarias a la moral y francamente vergonzosas y están más preocupados en el futurismo político de la sucesión presidencial que en atender los problemas que frenan el desarrollo del país.

Para nadie es desconocido que una sociedad progresista es aquella cuya fuerza de trabajo produce satisfactores y genera riqueza para todos sus habitantes. En México, el grave problema de desempleo, las reformas fiscales y energética, por mencionar algunos, que requieren de una atención inmediata y una solución rápida, para reorientar el rumbo del país y establecer estrategias a corto, mediano y largo plazo, viven el sueño de los justos.

Ya es hora de que las fuerzas políticas de nuestro país dejen de anteponer los intereses partidistas y personales, olvidándose de pregonar doctrinas que ni ellos mismos son capaces de defender y que los hacen ver como “profesionales de la simulación”. Si verdaderamente quieren propiciar y conducir los cambios que el país requiere y necesita urgentemente en el propósito de encontrar mejores caminos que nos lleve a todos los mexicanos a mejores estadios de bienestar y prosperidad, deberán ser congruentes en el hacer con el decir, cambiando las actitudes hasta ahora manifiestas por un alto grado de madurez y civilidad.


REVISTA

NO. 17