La Enseñanza Tradicional del Derecho

  Gerardo Jimenéz Ávalos

Los avances en materia de educación de cualquier nivel y área, son en general escasos, sobre todo porque aún seguimos apegados a los métodos tradicionales que ya han demostrado su ineficacia.

Por lo que se refiere a la enseñanza del derecho en las diversas facultades, escuelas e institutos de Latinoamérica donde se imparte la carrera, ésta presenta grandes retos y problemas, entre los que a decir de Rafael Sánchez Vázquez, investigador de Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, se pueden mencionar los siguientes:

•  Masificación de la matrícula

•  Improvisación docente

•  Conservación del anquilosado sistema de enseñanza tradicional

•  Desarticulación del derecho positivo vigente con la realidad histórica concreta de nuestros días

•  Inexistencia de formación jurídica adecuada a las necesidades reales de la sociedad civil y de la globalización internacional.

•  Carencia de métodos y t é c n i c a s de e n s e ñ a n z a y aprendizaje idóneos para informar y formar, técnica y científicamente, a los estudiosos del derecho.

Como se ve, existe un desfasamiento entre la realidad social y el derecho, lo que hace que éste, en muchas ocasiones, no ofrezca soluciones adecuadas a los problemas de carácter jurídico que c o t i d i a n a m e n t e enfrentamos.

Desde luego que ello no sólo es un dilema educativo, sino también, de índole legislativa. Pero volviendo a la cuestión pedagógica, quienes, de alguna manera tenemos la gran responsabilidad de formar a los futuros abogados, debemos fomentar en ellos el espíritu de investigación y de análisis, de modo que el día de mañana, puedan aportar y participar en el desarrollo de la ciencia jurídica.

Ahora bien, ¿porqué razón la enseñanza tradicional del derecho ya no es operativa?

Para contestar este cuestionamiento, es preciso remontarnos a sus orígenes, mismos que datan de la Edad Media, desarrollándose en el ámbito de la escolástica, bajo el siguiente método:

•  La lectio , consiste en el comentario de un texto.

•  La disputatio , donde se examinaba un p r o b l e m a, debatiéndose todos los argumentos a favor y en contra de la posible solución.

En este sistema, al hombre se le inducía a entender las verdades reveladas contenidas en los libros sacros, es decir, no se formulaban doctrinas o conceptos nuevos, sino debía aprender definiciones dogmáticas sin entrar en d i s c u s i ó n sobre su autenticidad.

En México, las universidades recibieron la influencia de la U ni v e r s i d a d de Salmanca, creada bajo el prototipo de las u n i v e r s i d a d e s de Bolonia, Paris y Oxford, las más importantes de la Edad Media, imbuida en el sistema escolástico.

El maestro lo ha dicho (magister dixit)

La práctica docente en la actualidad c o n t i n ú a e m p l e a n d o los l i n e a m i e n t o s implementados por los escolásticos, a saber: exposición oral, a través de la clase magistral o enseñanza catedrática, que se desarrolla en un verbalismo del exponente o monólogo autoritario y sin crítica. En este caso, el alumno es un objeto, no desempeña ningún papel activo, no problematiza, se comporta de manera pasiva, sólo es depositario de lo que el maestro dice.

A esa forma de enseñar, Paulo Freire la denomina educación bancaria , en la que el docente es el depositante y el alumno el depositario de la enseñanza.

Consideraciones finales


Romper con los esquemas tradicionales educativos no es tarea fácil, ya que se trata de redefinir métodos y procedimientos acordes a las necesidades reales de la educación que hoy demanda la sociedad. Esto deber surgir de la participación multidisciplinaria de todos los factores que directa o indirectamente intervienen en el proceso educativo, con la finalidad de diseñar nuevos programas encaminados a fomentar la sistematización de la enseñanza - aprendizaje del derecho.

Por todo cuanto se ha señalado, es conveniente resaltar algunos puntos que nos sirvan de guía para aumentar el nivel de los elementos que participan en la educación:

•  Seminarios sobre problemas políticos, sociales, económicos y jurídicos, en los que participen docentes y alumnos.

•  Presentación de casos prácticos para que el educando, de manera activa, busque la solución de manera individual o por equipos.

•  Inducir al alumno a reflexionar sobre los hechos y actos cotidianos que pueden caer en el ámbito del derecho.

•  Elaboración de ensayos, en los cuales el alumno haga una crítica a las diversas teorías y doctrinas jurídicas que se le han enseñando.

•  Implementación de grupos de debate entre los estudiantes

•  Presentación de sociodramas.

•  Visitas programadas a instituciones de procuración y administración de justicia para conocer su funcionamiento.

Lo anterior, ha de verse sólo a manera de ejemplo y puede enriquecerse con la mejor opinión de maestros y alumnos que compartan experiencias y conocimientos, para el beneficio de todos los que formamos parte de esta Universidad.

Bibliografía

•  ABZ N° 128 Revista de Información y Análisis Jurídico .

•  Freire, Paulo (1986) Pedagogía del Oprimido . Siglo veintiuno editores. 49ª edición. México.


 


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