Algunas Reflexiones sobre Planeación

 Arturo Soriano

Desde tiempos ancestrales, el hombre ha mostrado preocupación por conocer con anticipación aquello que deberá enfrentarse en los días por venir. Como si de esa manera pudiera esquivar su destino en el caso de malos augurios, o bien, cuando se trata de buenas promesas, tranquilizarse y disfrutarlas por adelantado.


En nuestra vida como estudiantes, acostumbramos por naturaleza propia, crear visiones que nos permiten dibujar m e n t a l m e n t e nuestros p r ó x i m o s escenarios, así nos concentramos en aquellos caminos que nos llevarán a tales realidades. Sin embargo, aunque soñar no cuesta nada; crear con acciones nos cuesta mucho.

¡Proyectar el futuro en vez de padecerlo!

Desafortunadamente, los oficios de adivinos y pitonisas han probado ser tan fascinantes como desacertados; en más de una ocasión, el encuentro con la realidad se ha traducido en la desilusión de vaticinios incumplidos.

Entonces podemos decir que la idea de planear responde a esta lógica inquietud de la humanidad por conocer su futuro, aunque con un enfoque más activo que la simple espera de la ocurrencia. Lo que se busca con el ejercicio de la planeación no es tan sólo el diseño de escenarios, sino la forma de alterarlos y sacarles el mayor provecho.

En las aulas nos enseñan y nos repiten que debemos anticiparnos a las tareas de cada día, que debemos cumplir progresivamente, que debemos llegar a la meta. A pesar de ello, en muchas ocasiones no aprendemos exactamente la importancia de este ejercicio mental, que sin embargo, sigue siendo en esencia un ejercicio de sentido común, a través del cual se pretende entender, en primer término, los aspectos cruciales de una realidad presente, para después p r o y e c t a r l a diseñando escenarios de los cuales debemos obtener la mayor ventaja.

Establecer un plan de vida, un plan de trabajo, un plan de estudios, un plan de inversión, es sin duda una de las actividades características en el mundo contemporáneo. Lo anterior ha hecho que mucha gente destine gran parte de sus energías y recursos a planear, lo c u a l ha ido d e s a r r o ll a n d o, p a r a l e l a m e n t e una m e t o d o l o g í a cuya sofisticación ha crecido en complejidad.

Sin embargo resulta evidente que planear, a pesar de todos los avances metodológicos, está más cerca de ser una arte que una ciencia. No hay recetas universales que sirvan en todo momento, cada uno debe desarrollar su propia manera de planear mediante un inevitable proceso de aprendizaje, que confronte periódicamente aquello que se previó, con lo que se consiguió.

 


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NO. 2