Ética en los medios informativos. Debate
Por: Alejandra Espinosa Martínez
Con el título de “Ética en los Medios Informativos Locales” se llevó a cabo el evento magistral de debate que los estudiantes del VII cuatrimestre de la licenciatura en ciencias de la comunicación de nuestra Universidad, organizaron como parte de las actividades complementarias de la materia denominada: ética de la información , para lo cual fueron invitados distinguidos comunicadores provenientes de los distintos medios locales.
El debate, conducido por el Lic. Cesáreo Torres -catedrático del CEUA-, se realizó el pasado lunes 08 de noviembre en el auditorio del CECATI N° 63, donde personal docente y estudiantes de las distintas carreras que ofrece la Universidad, así como alumnos de nivel medio superior y público en general, se dieron cita para escuchar con atención las diversas opiniones y puntos de vista que respecto al tema expresaron los conferencistas.
El evento inició con la presentación del material audiovisual titulado “ Ética en los medios de la comunicación” , preparado por estudiantes de comunicación del primer cuatrimestre y posteriormente se instaló a los panelistas en el escenario para comenzar con las disertaciones.
En su primera intervención -de cinco minutos, de acuerdo a la mecánica establecida para el debate- la Lic. Susana Carreño conductora del noticiero radiofónico “Línea 590” de “La Explosiva”, inició con la definición etimológica del concepto y concluyó que los términos ética y moral son sinónimos y están ligados a un código axiológico o de valores, además, agregó que para mantener la objetividad a la hora de informar, es fundamental la no militancia en partidos políticos o grupos de poder.
Durante su participación el Lic. Francisco Quezada, representante del periódico Tribuna de la Bahía, defendió la importancia de desempeñar cualquier trabajo con profesionalismo y en el caso particular del periodismo, comentó que éste debe ejercerse con imparcialidad y sin tendencias de ningún tipo. Asimismo, argumentó que el uso del término objetividad en este ámbito suele ser peligroso y sumamente “subjetivo”. Por otro lado, resaltó que es necesario que en la comunidad en general se incremente el nivel de cultura y conocimiento, para que de esta forma radioescuchas, lectores y televidentes puedan discriminar la información que reciben y hacer uso adecuado de ésta.
Haciendo uso de la palabra el Lic. Rodrigo Solís, editorialista del periódico Vallarta Opina y locutor de la estación de radio 90.3, refirió que la ética es, ante todo, una cuestión personal que está ligada a la escala de valores universales, individuales y socioculturales de los individuos y que independientemente de la empresa en que se labore, el comunicador debe regir su comportamiento bajo esa escala, sin responder a presiones provenientes de altos mandos o esferas de poder. Resumió que la ética debe darse bajo el precepto de “no hacer a otros lo que no se desea para uno mismo”.
Por su parte, el señor Moisés Madariaga, director del diario Meridiano, disertó que la ética responde a juicios de apreciación, y que por tanto difiere de individuo a individuo, pues lo que para él como comunicador es ético puede no serlo para algunos lectores.
Este comentario suscitó un elemento de polémica entre los debatientes, pues se cuestionó la visión de que la ética sea un concepto flexible, cambiante, adaptable a la circunstancia conveniente de quien lo aplica. Particularmente, el señor Solís, representante del periódico más antiguo del puerto, se pronunció en contra de esta postura, proponiendo en cambio que los principios éticos que rigen la vida del comunicador sean respetados con rigurosidad, a fin de cumplir verdaderamente con la misión de informar.
El recurso de la objetividad en la información planteó también a los participantes material de discusión, pues aunque hubo momentos en que se la concebía como sinónimo de ética y como ideal último a alcanzar, fue aceptado que toda información posee una parte subjetiva.
Desde una perspectiva personal, la aceptación de la subjetividad por parte de los comunicadores en el desempeño de su trabajo -que podemos considerar se inscribe en el ámbito de las ciencias sociales o humanas y por tanto relativas al sujeto- representa un avance, pues en los tiempos modernos, inclusive en las esferas de las ciencias duras, es ya aceptado que la realidad es objetivo-subjetiva, razón por la cual es improbable que los conocimientos que de ella obtenemos –información- sean totalmente objetivos. No obstante, es aceptable y deseable la búsqueda de la verdad a fin de informar con la mayor veracidad posible sobre los hechos.
Otras situaciones abordadas en torno al conflicto ético en los medios, fueron las cuestiones de vocación hacia la carrera, la claridad de miras y la independencia de criterio por parte de quienes ejercen la profesión. En este sentido, Carreño señaló la necesidad de dignificar la labor de los comunicadores y advirtió sobre la importancia de la preparación profesional de los mismos, pues es determinante para un desempeño de calidad. También consideró importante la independencia de criterio, afirmando que en su caso particular, el no militar en ningún partido político le da la libertad de desempeñarse de una manera más autónoma e imparcial. Quezada, por su parte, apuntó que la vida del periodista es especialmente difícil cuando se busca ejercerla con afán ético, pues el comunicador se encuentra a diario con situaciones en las que el respeto a los valores y la moral, son cuestionados. Asimismo, apuntó a los jóvenes que en muchas ocasiones el respeto de los principios éticos implica el no acceder a las esferas de poder o tener que renunciar a mejores oportunidades en el sentido económico. No obstante, instó a los estudiantes a revisar su vocación y a desenvolverse profesionalmente, bajo un comportamiento respetuoso de los derechos de los demás.
Los comunicadores señalaron también la relación dialéctica que existe entre la calidad de los medios informativos y la sociedad, apuntando que en el momento en que ésta última sea más exigente, más culta y preparada, mayores serán sus demandas respecto de la calidad de los medios informativos y que éstos se verán forzados a actuar en consecuencia. El grave problema de analfabetismo en el país, y el nivel de estudios promedio que poseemos en comparación con otros lugares del mundo –quinto de primaria- fue también motivo de reflexión de los ponentes. En opinión de los invitados, es esta situación la que permite que medios informativos de baja calidad, amarillistas y sensacionalitas tengan un amplio auditorio. Al término de las ponencias, las preguntas y comentarios del público no se hicieron esperar. Así, por ejemplo, se cuestionó a los comunicadores sobre la ética de algunos medios informativos en que se publica material amarillista y notas que carecen de contenido y sustento real. Fue reabordado también el tema del sensacionalismo con fuertes críticas hacia medios que lo emplean, pues se devela más que el afán de informar, el de vender un producto. Asimismo, el público se mostró interesado por conocer la experiencia personal de los comunicadores respecto de sus vivencias en relación con agravios, ultrajes o amenazas, recibidos como resultado de su trabajo, a lo respondieron que prácticamente se trataba de algo cotidiano y con lo que estaban acostumbrados a lidiar. El señor Madariaga y la Lic. Carreño, dieron entonces algunos detalles de experiencias vividas en su carrera periodística.
Para cerrar el evento, el Lic. Cesáreo Torres, moderador del debate, solicitó a cada uno de los invitados, el aporte de una idea concluyente sobre el tema abordado.
Aportes que en general apuntaron hacia la necesidad de dignificar a los medios a través de un ejercicio ético de su función, en el que la coherencia, calidad, transparencia y la veracidad sean elementos distintivos del quehacer informativo. Razón por la que se instó a los estudiantes, particularmente del área de comunicación, a realizar un trabajo digno y a prepararse con ahínco. También se destacó la importancia de realizar foros como el que aquí se describe, pues despiertan la conciencia y el interés entre quienes apenas se están formando; y, entre quienes ya tienen un camino andado en los medios, generan la confrontación de los principios y las acciones que distinguen a su práctica. Así, reconocieron que en un mundo en que la crisis de valores se hace presente, la revisión de los principios éticos y morales es un ejercicio necesario que no debe pasarse por alto. Finalmente, las autoridades del plantel reconocieron la valiosa intervención de los panelistas y agradecieron su participación, reiterando a la universidad como un espacio abierto a la libre expresión. |