Las Nuevas Tecnologías en Busca del Aprendizaje Significativo

 

Por: Gabriela Scartascini Spadaro

  Ahondar en el análisis de la práctica docente promete desafíos, compromisos y reflexiones a la hora de instrumentar los cursos prácticos en la universidad. Por ello, la propuesta de este título, que parece de película fantástica o de ciencia ficción, no lo es: intenta ser una alternativa para que la experiencia de aprender se constituya en la base del éxito profesional de nuestros egresados.

Dentro de esas cavilaciones reflexivas, podríamos preguntarnos sobre cuál es el objetivo de implementar las tecnologías en la enseñanza y si son realmente herramientas para el aprendizaje significativo. Responder a estas preguntas nos lleva a esta reflexión.

  Internet y chat ¿para qué?

Difícil puede ser asumir que tenemos que actualizarnos. Costoso, también. Sin embargo, debemos conocer los medios con que los estudiantes cuentan, al día de hoy, para poder lograr un aprendizaje con vistas al futuro real. Es nuestro derecho solicitar a las instituciones que oferten estas facilidades pero es también obligación del docente hacer uso del recurso para lograr la mayor eficiencia a la hora de aplicarlo. Veamos un ejemplo:

La implementación de internet nos permite mantenernos actualizados acerca de los temas que se enseñan durante las clases; asimismo, nos instala en espacios que, de otra manera, estaríamos vedados de aprender. Si nos adentramos en el terreno de las áreas académicas específicas, las revistas especializadas a las que accedemos deben formar parte de la bibliografía general de las materias. Poseer esta alternativa de lectura y manejo de información, nos sitúa en los mismos niveles que los centros educativos de grandes ciudades y de los países del primer mundo. De esta manera, la bibliografía fortalece al estudiante al ser aprehendida, ahora sí que, en forma global. Bajo esta perspectiva, las tecnologías son herramientas que nos facilitan otros soportes para el conocimiento.

A su vez, si la universidad ofrece la opción de utilizar internet en forma gratuita, las ventajas se multiplican. El estudiante de educación superior tiene la opción de posicionarse con autonomía en su búsqueda personal acerca de temas que estén estrechamente ligados con sus áreas académicas. Su capacidad de adentrarse más allá de libros, capítulos o fragmentos de textos que les ofrecen los profesores, puede convertirlos en buscadores de conocimiento, un camino hacia una educación holística.

Otro tema de controversia es el chat. Se dice que reduce el tiempo de trabajo; por ello, se prohíbe su uso en tiempos de estudio. Es comentario general la concentración que logran los alumnos durante su sesión de plática. En muchos casos, debido a esto, se rechaza también el uso de la computadora. Pero, ¿por qué no utilizar el Messenger para realizar tareas durante la clase? Aplicarlo como actividad de aprendizaje puede generar excelentes resultados. En vez de huir, ganar la partida.

El aprendizaje

En una definición ya clásica, Guillermo Michel (1992) afirma que aprendizaje es el “proceso mediante el cual se obtienen nuevos conocimientos, habilidades o actitudes a través de experiencias vividas que producen algún cambio en nuestro modo de ser o actuar”

Con el fin de ahondar en el tema, retomamos la idea fundacional de David Ausubel (1999) cuando enfatiza que, durante el aprendizaje significativo, el alumno relaciona de manera no arbitraria y sustancial la nueva información con los conocimientos y experiencias previas y familiares que posee en su estructura cognoscitiva. Ausubel destaca el hecho de que, sumada a esta situación, deben visualizarse la disposición (motivación y actitud) del estudiante por aprender y la naturaleza de los materiales o contenidos de aprendizaje con significado potencial o lógico.

Asimismo, tal como señala César Coll (2001): “cuando el aprendizaje de contenidos tiene lugar en forma significativa, lo que se posibilita es la autonomía del alumno para afrontar nuevas situaciones, para identificar problemas, para sugerir soluciones interesantes”.

La vida universitaria recibe al adulto joven y debe encarar sus estrategias de enseñanza para darle las herramientas que le permitan generar un aprendizaje significativo, con todas las implicaciones y trabajos que se requieran. Las tecnologías, pueden funcionar como herramientas para promover graduados capaces de competir al enfrentarse al presente laboral.

Los organismos internacionales toman la palabra

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, 1999) señala: “¿Qué tan bien están preparados los adultos jóvenes para enfrentar los desafíos del futuro? ¿Serán capaces de analizar, razonar y comunicar sus ideas con eficiencia? ¿Tienen la capacidad de continuar estudiando durante toda su vida?”. Todas estas implicaciones que se relacionan con la educación cobran importancia  a la hora de ingresar en el sistema productivo ya que el poseer información  actualizada, favorecerá la inserción de un  joven profesionista seguro y capacitado en el cargo que deba asumir. 

Recientes ideas de la relación entre sociedad y tecnología están transformando la visión de la gente acerca de las competencias que un estudiante debe exhibir como profesionista. Puesto que las políticas educativas deben responder a los cambios sociales, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura - UNESCO (en ANUIES, 2000) destaca que “las tecnologías de la información y la comunicación ofrecen la posibilidad de ampliar el ámbito de aprendizaje superando las limitaciones tradicionales de espacio y tiempo y las fronteras de los sistemas educativos actuales”. En otro documento, (proyecto 31C/4, 2000), las tecnologías de la información y la comunicación (TICS) son presentadas como estrategias para contribuir al desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura y a la construcción de una sociedad del conocimiento, pues a través de ellas se logrará el fomento de las capacidades de los ciudadanos.

Ni aceptación servil ni negación ignorante. Sin embargo, creo que, como docentes, no podemos permitir que los alumnos desconozcan otras formas de acceder al conocimiento, ese conocimiento que les dará seguridad cuando su profesión se los solicite. El mundo del siglo XXI se proyecta en una dimensión que debemos comprender para poder acondicionarla a nuestras necesidades educativas.

Las nuevas tecnologías ofrecen múltiples beneficios ya que son recursos para lograr calidad en la educación con base en la actualización y el logro de competencias acordes con estos años, con el fin de cerrar las brechas que separan a los países desarrollados de aquéllos en vías de desarrollo. Respecto de esto, en su informe sobre desarrollo, el Banco Mundial (1998) expone: “Las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) permiten una mejor asistencia técnica en sectores tales como el de la educación a distancia, la telemedicina, la gestión ambiental o el fortalecimiento de enfoques de participación en la creación de nuevos estilos de vida. Permiten un acceso global a la información; promueven el trabajo en red más allá de las fronteras físicas, culturales y lingüísticas; persiguen el fortalecimiento de las comunidades y ayudan a difundir el conocimiento que se obtiene de las mejores prácticas y las experiencias”.

Las tecnologías en busca del aprendizaje significativo son un argumento en favor de la necesidad de una preparación profesional acorde con los nuevos tiempos, puesto que los cambios de estos años requieren, por su magnitud y celeridad, el desarrollo de habilidades y capacidades que se adecuen a los avances tecnológicos de una sociedad con alcance global.

El ser partícipe de estos avances permitirá superar barreras de aislamiento y atraso tanto social, como cultural, laboral, económico y geográfico. Utilicemos las herramientas que nos brinda el presente para la competitividad, el bienestar y la seguridad de nuestros futuros profesionistas el día de mañana.

Bibliografía consultada

•  Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (AUNIES) La educación superior en México y en los países en vías de desarrollo desde la óptica de los organismos internacionales”. www.anuies.mx .

•  ANUIES en www.hemerotecadigital.unam.mx/ANUIES/ipn/academia/10/sec_4.html

•  Ausubel, David / Novak, Joseph / Hanesian, Helen (1999) Psicología educativa. Un punto de vista cognoscitivo , México, Trillas

•  Banco Mundial (1998) Informe sobre el desarrollo en www.worldbank.org

•  Coll, César / Solé, Isabel (2001) “Aprendizaje significativo y ayuda pedagógica” en Revista Cándidus número 15, mayo-junio. En internet: http://www.quadernsdigitals.net/articuloquaderns.asp?IdArticle=5524

•  Michel, Guillermo (1992) Aprende a aprender. Guía de autoevaluación , México, Trillas.

•  OECD (1999) Measuring students knowledge and skills. A new framework for assessmnet, París, OECD

•  UNESCO (2001) Proyecto 31C/4, Estrategias a plazo medio. 2003-2007, Francia, UNESCO. G

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