X Evento de Mesas Redondas

Por: Ángel Armando Martínez Solís

  “Busquemos como buscan los que aún no han encontrado, y encontremos como encuentran los que aún han de buscar” .

San Agustín.

E l día jueves 4 de agosto en el interior del Centro de Estudios Universitarios “Arkos” se llevó a cabo una presentación más de lo que conforma ya una tradición en esta institución, las mesas redondas, siendo ésta última, la décima.

La cancha de básquetbol ubicada en el tercer nivel de este centro de estudios fue el escenario, en el que se reunieron estudiantes y maestros, unos fungiendo como público y otros pocos como ponentes.

La conducción de este evento estaría en manos del profesor Carlos Sheel Martín. Las ponencias a cargo de: Rosalba Hernández; estudiante de contaduría pública, Ana Cecilia Espinosa; subdirector académico de la institución, Alejandra Espinosa; profesora y tres alumnos del tercer cuatrimestre de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación entre los cuales destacan: Isdel Tacuba Pillado, Víctor Arturo Méndez y Ángel Armando Martínez Solís.

El tema central era la interrogante que quizá muchos de nosotros nos hemos planteado: ¿Para qué investigar? Pregunta a la que nuestros ponentes se empeñarían en responder.

Los ponentes coincidieron en que antes de preguntar para qué investigar se debería ahondarse sobre el significado de esta palabra:

Por cuanto a su etimología Rosalba asentó que se trata de un “…vocablo que proviene de la voz latina sustantiva vestigio , ‘seguir las huellas'”.

Apuntó también que investigar nos sirve para satisfacer la curiosidad, e incluso, para cambiar algo que no nos gusta.

Para ella investigar “es la mejor manera de aprender”

Ángel Armando, por su parte, hizo mención del investigar como un proceso sistemático, organizado y objetivo, cuyo propósito es responder a una pregunta o hipótesis y así aumentar el conocimiento y la información sobre algo desconocido.

Isdel Tacuba, en cambio, dijo que la palabra clave de este tema era el hecho de probar, pues “… podemos decir que una investigación no es válida si carece de pruebas y fundamentos sólidos que demuestren su viabilidad y presten credibilidad a la misma”. Y agregó, además, que se investiga para conocer, y se conoce para cambiar –aunque el cambio no sea siempre favorable.

Apoderándose un instante de palabras del premio Santiago Ramón y Cajal a la investigación; Xavier Zubiri Ángel Martínez expuso que evidentemente investigamos la verdad, pero no una verdad de nuestras afirmaciones, sino la verdad de la realidad misma, que viene a ser la verdad por la que llamamos a lo real, realidad verdadera. Ésta es una verdad de muchos órdenes: físico, matemático, biológico, astronómico, mental, social, histórico, filosófico,.... Agregando que en la investigación se va de la mano de la realidad verdadera, se es arrastrado por ella, y este arrastre es justo el movimiento de la investigación.

Investigar nos sirve para detectar y controlar causas que originan accidentes con el fin de evitar la repetición de uno igual. En cuestión de fenómenos que dañen, en cierta forma las estructuras o estabilidad sociales. Nos ayuda a aprender del suceso, y a partir de éste determinar riesgos, a la prevención de futuras réplicas. Principalmente a la solución de problemas, ya que este suele ser uno de sus objetivos, la solución de problemas.

La maestra Alejandra Espinosa citó al público una experiencia personal vivida en un taller que buscaba motivar a los docentes para realizar investigación. Describió cómo durante ese curso, los participantes afrontaban con cierto recelo y hasta temor la demanda de desarrollar esa tarea. Estableció entonces una analogía entre las matemáticas y la investigación desde el punto de vista de la percepción que el un gran número de personas tiene de ellas.

Como maestra de matemáticas, expresó, que éstas, al igual que la investigación, son áreas a las que se ve con cierta apatía, desinterés o rechazo, en tanto que a ambas se las conceptualiza como actividades extremadamente complejas, rigoristas y reservadas para una determinada élite (los eruditos), lo que merma el interés de las personas por involucrarse en ellas.

En otro punto recalcó que debemos estar conscientes que muchas de las cosas de se sirve el ser humano y que han mejorado su calidad de vida, son producto de una ardua labor investigativa. Agregó que según expertos lo que diferencia a los países desarrollados de los que se encuentran en vías de desarrollo, es la capacidad de generar conocimiento, señalando así que la investigación es un motor de evolución de un país. Sobre este particular abundaría Ana Cecilia, quien inició con una frase del biólogo y sociólogo británico, Herbert Spencer : La verdad es que aquellos que nunca se han ocupado de cuestiones científicas conocen sólo una pequeña fracción de la poesía que les rodea ” lo cual, desde su perspectiva, significa que quienes no hemos desarrollado investigación nos hemos perdido de mucho y que aunque la investigación formal y científica no es la única opción sí es uno de los medios disponibles más adecuados para conocer la realidad lo más objetivamente que nos sea posible y, a partir de ésta, tomar decisiones.

Coincidiendo en varias definiciones resaltó: “investigamos para comprender el mundo que nos rodea a fin de movernos adecuadamente en él e inclusive para transformarlo; investigamos para producir, crear nuevos conocimientos que contribuyan a esclarecer las problemáticas que presenta la realidad, física, social y espiritual del hombre; para contribuir al acervo cultural humano y, en última instancia, investigamos para trascender como individuos,”

Los ponentes al presentar sus respuestas expresaron conocimientos anexos que, tal vez algunos de los presentes desconocían; tal fue el caso de la información que citó Rosalba en relación con una serie de creaciones generadas mediante la investigación e ideadas especialmente por mujeres como: la conmutación telefónica automatizada, el tipp-ex, los pañales desechables, los limpiaparabrisas, entre otros. Con ello, la ponente hizo hincapié en que los productos de la investigación tienen un alance que ayuda a resolver las problemáticas de la vida cotidiana. Y conminó a hacer los espacios de investigación espacios de mujeres.

A manera de conclusión Víctor Méndez, destacando a la investigación como una posibilidad no alienada de reconocimiento y concientización de la realidad –y las tareas que de ello desprenderían para transformarla desde una perspectiva que persiga el bienestar de la sociedad en general- exclamó que si todos tuviéramos a bien preocuparnos un poco por investigar las verdades de lo real, ésta podría ser “una realidad muy real”, ayudando con ello a cambiar por completo esquemas como: que la gente está mal porque se lo merece, o que alguien sabe más y se abuse de ese conocimiento.

Isdel concluyó que desde su perspectiva de alumno que “… de nada servirá la generación de un conocimiento que surja para aprobar una asignatura escolar y que después quedará olividado” pues considera que ese conocimiento debe servir para generar más conocimiento que habrá de ponerse en práctica dentro del ámbito social, a fin de abrir los espacios de pluralidad que tanta falta hacen, por ejemplo.

Para cerrar su participación, Ana Cecilia habló de un par de alternativas de solución al problema de la investigación incipiente en nuestro país que retomara de la autora Claudia Tamariz como vías para alcanzar el esquema de país desarrollado, asegurando la independencia de la nación respecto a la producción científico-tecnológica. Esto es: 1. el convertir a la investigación C-T en una mercancía susceptible de venderse en el país.

2. el crear una cultura científica que revalore el papel de esta actividad en la sociedad, y el de aquellos que la practican.

Por último, Armando Martínez concluyó que “la investigación ha servido al hombre para transformar su entorno, preservarlo, rescatarlo, e inclusive destruirlo” pero que es importante explotar su lado positivo –sin soslayar la existencia del otro polo- el de que investigar sirve para dar solución a problemas. Proceso en el que todos podemos participar.

Al finalizar la exposición se pasó a una sesión de preguntas y respuestas entre el público y los ponentes, en el que la participación de la audiencia fue muy significativa.

Para cerrar el evento se invitó al director la institución; Eduardo Espinosa Herrera, para hacer la entrega de reconocimientos a los participantes y dirigir unas palabras. El director señaló los esfuerzos que las institución está desarrollando en materia de investigación y conmino a los presentes a sumarse a esa tarea. Felicitó a los ponentes y al conductor del evento y agradeció la presencia del público, para después ofrendar los respectivos diplomas y posar para la toma de fotografías. Recuerdos que se graban en la memoria de la Universidad “Arkos”.

Ángel Armando Martínez Solís es estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación del Centro de Estudios Universitarios Arkos, participa activamente como ponente en las distintas mesas redondas de la institución. Desarrolla trabajo de poesía, presentado en el evento denominado Noche de Juglares organizado por el Depto. de Cultura de la ciudad y el taller literario el tintero.


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NO. 27