“La disciplinariedad, la pluri, la inter y la transdisciplinariedad son las cuatro flechas de un solo y mismo arco: el del conocimiento.”     
 (Basarab NICOLESCU)

En el artículo anterior, estimado lector, expusimos que los enfoques de mayor actualidad en el ámbito científico que pugnan por una integración del conocimiento son los enfoques inter y transdisciplinario. Éstos han trascendido hasta el ámbito educativo y han fungido como una línea inspiradora para lograr la integración de las disciplinas en la escuela, particularmente en el nivel universitario.

En esta ocasión, nos abocaremos al abordaje de la interdisciplinariedad, no obstante, nuestras primeras líneas las ocupará su antecedente: la pluridisciplinariedad. Dejando al enfoque de la transdisciplinariedad, por cuestiones de tiempo y espacio, para una publicación posterior.

Pluridisciplinariedad: antecedente de la inter y la transdisciplinariedad
En otras artículos, hemos visto que, como resultado de los procesos de industrialización promovidos desde modelos económicos especialmente capitalistas, se dio un veloz crecimiento en el ámbito científico y tecnológico que culminó con una tendencia creciente a organizar el conocimiento en áreas disciplinarias. Este es el momento, como dice Torres Santomé, en que se afianzan los especialismos.
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“A medida que la revolución industrial y la tecnología iban desarrollándose, surgían nuevas especialidades y subespecialidades que por apoyarse en alguna rama muy específica de un campo tradicional del conocimiento o en una nueva metodología o tecnología de investigación exigían mayores cotas de independencia hasta alcanzar autonomía plena como campo profesional y de conocimiento. Es el momento de firme consolidación de los especialismos” (Torres Santomé, 1998:50,51).

Este proceso de atomización disciplinaria ha llegado a convertirse en una barrera de comunicación aparentemente infranqueable entre las disciplinas (o proceso de babelización por emplear el término propuesto por Basarab Nicolescu), pues éstas tienden a la construcción de metodologías y lenguajes excesivamente particularizados, de modo que  “...cada disciplina se encierra en el espléndido aislamiento de sus propias metodologías, haciendo del lenguaje de las ciencias rigurosas una especie de absoluto” (Torres Santomé, op.cit. :51).

Situaciones como ésta y el hecho de que muchos de los problemas prácticos demandan un tratamiento más complejo para su solución, sugirieron la necesidad de buscar lazos de conexión entre  disciplinas.

De hecho, en términos generales puede considerarse que es aproximadamente alrededor de la década de los 50 del siglo XX que se reconsidera y concibe la necesidad de buscar y crear nexos entre las diferentes disciplinas. Resultado de ello fueron los enfoques de la pluridisciplinariedad y la interdisciplinariedad, y más tarde de la transdisciplinariedad.

Estas corrientes surgieron  conectadas a la finalidad de corregir los errores y la esterilidad que acarrea una ciencia excesivamente disgregada y sin comunicación entre disciplinas.

Particularmente hablando del enfoque pluridisciplinario, podemos decir que la pluridisciplinariedad implica la participación de diversas disciplinas para estudiar un mismo objeto, el cual es analizado desde las diferentes posturas de aquellas y donde cada disciplina provee una interpretación del objeto estudiado desde su horizonte particular, aportando así una explicación más amplia del mismo.

De este modo, la investigación pluridisciplinaria  ayuda a una comprensión más profunda de un objeto de conocimiento, gracias a los aportes de distintas disciplinas.

“La pluridisciplinariedad consiste en el estudio del objeto de una sola y misma disciplina por medio de varias disciplinas a la vez.  El objeto saldrá así enriquecido por la convergencia de varias disciplinas. El conocimiento del objeto dentro de su propia disciplina se profundiza con la aportación pluridisciplinaria fecunda” (Nicolescu, 1998:2).

Se trata, pues, de un conjunto de disciplinas que abordan  diversos aspectos, sectores o ámbitos de un mismo problema, sin que las disciplinas que contribuyen sean cambiadas o enriquecidas. De modo que la relación pluridisciplinar no ofrece posibilidades de relación en sentido estricto, sólo permite la convergencia entre las ciencias afectadas.
Es por tanto, como dice Piaget, “...un intercambio de información entre dos o más ciencias, destinado a resolver problemas concretos, pero no lleva a una transformación o modificación de las disciplinas que concurren. Desde el punto de vista  estructural, es un nivel inferior de las relaciones entre disciplinas, cuya cooperación/integración es yuxtapuesta y circunstancial” (Piaget en Ander-Egg, 1994:21).

La investigación pluridisciplinaria en consecuencia, como bien señala Basarab Nicolescu “... aporta un “más” a la disciplina en cuestión (...) pero ese “más” está al servicio exclusivo de esa misma disciplina. Dicho de otro modo, la gestión pluridisciplinaria sobrepasa las disciplinas pero su finalidad queda inscrita en el marco de la investigación disciplinaria” (Nicolescu, op.cit. : 2).

Ahora bien, algunos autores juzgan que existe un enfoque que puede considerarse empatado al de la pluridisciplinariedad: el enfoque multidisciplinario, al cual consideran como sinónimo de aquél.
Ezequiel Ander-Egg es uno de ellos pues concibe que tanto la pluridisciplinariedad como la multidisciplinariedad pueden empatarse porque “...ambas hacen referencia al hecho de que varias disciplinas se ocupan simultáneamente de idéntico problema, sin que exista entre ellas ninguna relación en cuanto a “cruzamientos” disciplinares” (Ander-Egg, op.cit. :21).

Así, para Ander-Egg en ninguno de los dos casos hay relación interdisciplinar sino  una comprensión desde múltiples puntos de vista. Pues en ambos casos se trata de estudiar diferentes aspectos de uno o varios problemas desde diferentes ciencias, mediante una agregación de competencias específicas de cada una de ellas. En otras palabras: cada especialista da respuesta desde su propia ciencia o profesión (Ibidem.).

Otros autores reconocen pequeñas diferencias entre una y otra.
Para Guy Palmade, por ejemplo, la multidisciplinariedad significa “Yuxtaposición de disciplinas diversas, a veces sin relación aparente entre ellas, prescindiendo de su relación conceptual y metodológica” (Palmade,1979:225), mientras que pluridisciplinariedad implica también “Yuxtaposición de disciplinas diversas, (pero) más o menos <<cercanas>> en el campo del conocimiento” (Palmade, op.cit: 22).

Jurjo Torres Santomé también hace una distinción entre uno y otro término, según él la multidisciplinariedad refleja el nivel más bajo de coordinación entre disciplinas.
“La comunicación entre las diversas disciplinas estaría reducida al mínimo. Vendría a ser la mera yuxtaposición de materias  diferentes que son ofrecidas de manera simultánea con la intención de sacar a la luz algunos de sus elementos comunes, pero en realidad nunca llegan a hacer claramente explícitas las posibles relaciones entre ellas” (Torres, op.cit. :73).
La pluridisciplinariedad en cambio, y en esto coincide con Palmade, significa yuxtaposición de disciplinas más o menos cercanas dentro de un mismo sector de conocimientos.

“Viene a ser una relación de mero intercambio de informaciones, una simple acumulación de conocimientos (...) en realidad no se contribuye a una profunda modificación de la base teórica, problemática y metodológica de esas ciencias en su individualidad. Es una comunicación que no las modifica internamente. No existe en este nivel todavía una profunda interacción o coordinación” (Ibidem.:73,74)

Finalmente, otros investigadores consideran que concretamente el enfoque multidisciplinario puede orientarse hacia la interdisciplinariedad cuando las relaciones de interdependencia entre las disciplinas emergen, pues se pasa entonces del “simple intercambio de ideas” a una cooperación y a una cierta compenetración de disciplinas.

Nosotras creemos que en esencia los enfoques multi y pluridisciplinario pueden considerarse como similares en tanto que ambos sobrepasan el enfoque de investigación disciplinar no obstante que su finalidad queda inscrita en el marco de la investigación disciplinaria. Su punto de convergencia es la investigación o necesidad de solución de un problema particular al cual interpretan desde una pluralidad de ámbitos, por lo que ayudan a comprender de manera más profunda y multifacética al objeto de conocimiento, pero no comparten metodologías ni existe integración conceptual interna entre las disciplinas que participan, de modo que las modifiquen.  Ahora bien, por cuanto a la posibilidad de que estos enfoques pudieran traspasar al ámbito interdisciplinario, es decir, llegaran a establecerse relaciones reales entre las disciplinas más allá de la simple yuxtaposición de conocimientos  sobre un mismo objeto, consideramos que esto es posible, pero que en tal caso se estaría ya hablando de interdisciplinariedad en cierto grado (luego veremos que existen distintos grados de ella) y no ya de pluri o multidisciplinariedad.

Parece apropiado en este momento señalar que hay muchas propuestas intermedias entre los enfoques pluri,  inter y transdisciplinario, tal es el caso de la distinción entre multi y pluridisciplinariedad a que hicimos alusión en líneas anteriores y también se da el caso de la llamada “disciplinariedad cruzada” que algunos investigadores reconocen como par de la interdisciplinariedad. Incluso otros autores conciben ciertos tipos de interdisciplinariedad y, por tanto, clasificaciones de la misma. Heinz Heckhausen, por ejemplo, propone seis modalidades de interdisciplinariedad.

Nosotras no consideramos necesario tratar estas propuestas intermedias en tanto que –como se vio en el ejemplo anterior- hay excesivas divergencias entre autores y en tanto que, desde nuestro punto de vista, los conceptos de pluri, inter y transdisciplinariedad cubren por completo las descripciones que se incluyen en los otros términos manejados por diferentes investigadores.

Interdisciplinariedad
Según hemos visto, en el siglo XX aparecen dos tendencias contrarias en torno a la construcción del conocimiento: por un lado la tendencia hacia la especialización, concretizada en la organización del conocimiento en áreas o disciplinas -la disciplinariedad- y por otro lado la tendencia a favor de la unificación del saber, ambas, caras de una misma moneda: la de la producción del conocimiento.

De la primera de estas tendencias nos hemos ocupado ya en artículos anteriores. De la segunda, que es en la cual se incluyen los enfoques inter y transdisciplinario, en cambio, nos ocuparemos ahora.

Empero, antes de entrar en materia, debemos decir que ambas tendencias (disciplinariedad vs inter y transdisciplinariedad) tienen adeptos. No obstante, estamos firmemente convencidas de que la idea de unificación y, dentro de ella, los enfoques inter y transdisciplinario han ganado espacio últimamente. Prueba de esto son los institutos, centros y fundaciones de estudio e investigación interdisciplinares esparcidos por todo el mundo, que pretenden responder al reto de explicar un sinnúmero de problemas desde modelos de análisis distintos a los típicos de la especialización disciplinaria que constriñen las problemáticas y los resultados de la investigación a la selectividad que imponen sus  perspectivas de análisis, para remplazarlos por otros que permitan desentrañar las problemáticas desde ángulos y lentes más completos y abarcativos y que permitan, por tanto, acceder y captar los problemas en su mayor complejidad y riqueza.
 
“La pugna entre la disciplinariedad y la interdisciplinariedad tienen partidarios acérrimos de una y otra postura. No obstante es preciso reconocer que la defensa de la interdisciplinariedad está cobrando un inusitado vigor en las últimas décadas” (Torres Santomé, 1998:47).

Ahora bien, particularmente hablando de la interdisciplina debemos mencionar que, aunque se está a favor de la búsqueda de más y mejores caminos de integración del saber y aunque el vocablo interdisciplinario es empleado en numerosos trabajos de investigación, no existe un acuerdo consensado de aquello que debe considerase tal (interdisciplinario).

Así por ejemplo, según Anthony McMichael, profesor de la Universidad de Londres, Inglaterra, el término interdisciplinariedad es empleado de manera vaga o poco exacta.

“Tal vez debería referirse más específicamente a investigar temáticas y métodos que se ocupan de espacios recién reconocidos entre las disciplinas existentes o que por lo menos conlleva una interacción sustantiva en el límite entre-disciplinas. Sin embargo, normalmente se le confunde o emplea como sinónimo de multidisciplinariedad para referirlo a la colaboración entre disciplinas que trabajan unas con otras” (McMichael,1998:5).

Para aclarar esta situación revisaremos algunas definiciones del término y destacaremos los elementos que a nuestro juicio son fundamentales.

Para Ezequiel Ander-Egg  “...la problemática de la interdisciplinariedad evoca la idea de puesta en común y de intercambio entre diferentes disciplinas. Es una forma de preocupación por tender hacia la unidad del saber, habida cuenta de la complejidad de lo real” (Ander-Egg, 1994:28).

Para él lo sustancial de este concepto es la idea de interacción y cruzamiento entre disciplinas.

Guy Palmade, por su parte, considera que la noción de interdisciplinariedad está, en efecto, regida por lo que se suele entender con el término <<entre>>: lo que separa en el interior de un cierto orden dos entidades que se sitúan en él, o bien las relaciones que existen entre esas entidades.

Considera también que la interdisciplinariedad se muestra como una protesta contra el <<saber en píldoras>> dividido en múltiples especialidades, donde cada una se encuentra encerrada en un estrecho conocimiento (Palmade, 1979).

Así, la interdisciplinariedad es “...interacción existente entre dos o más disciplinas. (No obstante) Esta interacción puede ir desde la simple comunicación de ideas, hasta la integración mutua de los conceptos directivos, de la epistemología, de la terminología, de la metodología, de los procedimientos, de los datos y de una organización de la investigación y la enseñanza correspondiente. Un grupo interdisciplinar se compone de personas que han recibido una formación en los distintos campos del conocimiento (disciplinar), teniendo cada uno conceptos, métodos datos y términos  propios” (Palmade, op.cit. :22).

Como vemos, Palmade coincide con Ander-Egg en las ideas de intercambio entre disciplinas distintas y la búsqueda de la superación de los límites disciplinarios en aras de un conocimiento unificado, pero agrega también que dicho intercambio entre disciplinas puede darse en distintas “intensidades”, o lo que es lo mismo, que existen varios grados o niveles de interdisciplinariedad. Sobre este punto volveremos en párrafos posteriores.

Ahora bien, según Jean Piaget la interdisciplinariedad se da “donde la cooperación entre varias disciplinas o sectores heterogéneos de una misma ciencia llevan a interacciones reales, es decir, hacia una cierta reciprocidad de intercambios que dan como resultado un enriquecimiento mutuo” (Piaget,1979:67).

Y en esta definición encontramos un agregado a las ideas coincidentes de Palmade y Ander-Egg ya referidas. El nuevo elemento es el hecho de que las disciplinas intervinientes se ven enriquecidas, es decir, no sólo contribuyen con sus conocimientos y metodologías, no son sólo cooperadoras, sino que a su vez son receptoras activas y pueden beneficiarse de los conceptos y métodos de otras disciplinas, al grado que se promuevan cambios al interior de las mismas.

Otra definición que retoma este elemento de reciprocidad  y enriquecimiento entre las disciplinas participantes en la empresa interdisciplinaria es la que provee el diccionario de las ciencias de la educación, para el cual, la interdisciplinariedad “...es una de las modalidades de relación científica que requiere relaciones de reciprocidad o coimplicación entre varias ciencias o disciplinas, de suerte que en todas ellas se promuevan cambios, inclusión mutua de conceptos, redefiniciones, etc., que pueden incidir desde el plano terminológico a la elaboración de nuevas estructuras epistemológicas” (Diccionario de las Ciencias de la Educación, 1990:801).

Así las cosas, podemos decir, entonces, que la aproximación interdisciplinaria posibilita, ante todo,  un intercambio recíproco de resultados científicos y un desarrollo y enriquecimiento mutuo de las diversas disciplinas, de modo que se sobrepasan los límites disciplinarios. No se trata sólo de reunir estudios complementarios de diversos especialistas en un marco de estudios más colectivo, sino que:

“La interdisciplinariedad implica una voluntad y compromiso de elaborar un marco más general en el que cada una de las disciplinas en contacto son a la vez modificadas y pasan a depender claramente  unas de otras. Aquí se establece una interacción entre dos o más disciplinas, lo que  dará como resultado una intercomunicación y un enriquecimiento recíproco y, en consecuencia, una transformación de sus metodologías de investigación, una modificación de conceptos, de terminologías fundamentales, etc.”  (Torres, op.cit. :75)

Como vemos:

  • “mientras que “multi” y “pluri” indican las aportaciones sectoriales y metodológicamente cerradas que varias disciplinas proporcionan al estudio de un tema (como cuando en la carrera de Derecho se incluye alguna materia de economía, que explica un aspecto no jurídico de un problema jurídico necesario o útil para su mejor comprensión), “inter” designa que el problema mismo está planteado en términos tales que no puede ser resuelto desde una sola disciplina. (Lértora, 2000: 5)
  • a diferencia de la multidisciplinariedad en la que los estudios implican la colaboración entre expertos, miembros de diferentes disciplinas, donde la relación entre ellos es asociativa y donde el trabajo  de cada uno de ellos se agrega al de los demás, en la interdisciplinariedad la conexión es relacional. Las disciplinas colaboran de forma tal que cada una toma algunas de las asunciones, cosmovisiones y lenguajes de las otras.
  • en la ciencia multidisciplinaria “El todo puede o no ser mayor que la suma de las partes. (Pero) En la ciencia interdisciplinaria el todo no sólo es mayor que sus partes disciplinarias derivadas, sino que además tiene propiedades cualitativamente diferentes” (McMichael, op.cit. :5).
  • la interdisciplinariedad, en contraste con la pluridisciplinariedad, tiene una mirada distinta. Le atañe la transferencia de métodos de una disciplina a otra.
  • la “pluri” como la interdisciplinariedad sobrepasan las disciplinas aunque su finalidad queda inscrita en la investigación disciplinaria. (Nicolescu,1998)

Ahora bien, así como no existe un consenso respecto del concepto interdisciplinariedad, y quizá por ello, tampoco hay un acuerdo en torno a su “taxonomía”. Existen diversas propuestas.

Nosotras consideramos que la propuesta de Basarab Nicolescu es la más sencilla y esclarecedora, en tanto que no “bautiza” con diferentes nombres a una misma situación o situaciones muy similares.
Según este autor, en términos generales se pueden distinguir tres grados de interdisciplinariedad (Nicolescu, op.cit.):

1.- Un grado de aplicación. Se da cuando el intercambio interdisciplinario implica que una o más leyes tomadas de una disciplina se utilicen para explicar fenómenos de otra. Se trata de dar solución a problemas que desbordan los límites de una especialidad determinada aplicando los resultados de otra disciplina. Por ejemplo, los aportes de la física nuclear transferidos a la medicina conducen a la aparición de nuevos tratamientos del cáncer;

2.- Un grado epistemológico. Es decir, un préstamo de instrumentos analíticos y metodológicos aunque también de algún concepto o modelo teórico. Por ejemplo la transferencia de los métodos de la lógica formal en el campo del derecho genera análisis interesantes en la epistemología del derecho.

3.- Un grado de concepción de nuevas disciplinas. El surgimiento de nuevas disciplinas, como resultado de un mayor acercamiento e integración tanto a nivel de sus marcos teóricos como metodológicos entre disciplinas que comparten un mismo objeto de estudio. Por ejemplo, la transferencia de los métodos de la matemática en el campo de la física ha engendrado la físico-matemática; de la física de las partículas a la astrofísica, la cosmología cuántica; de la matemática de los fenómenos meteorológicos o los de la bolsa, la teoría del caos; de la informática en el arte, el arte informático. Por éste, su tercer grado, “la interdisciplinariedad contribuye al gran “bang” disciplinario” (Ibidem. :37)

Los argumentos en favor de la interdisciplinariedad son variados. Para algunos, la interdisciplinariedad se establece en pro de comprender la complejidad de los problemas, otros encuentran su razón de ser en la búsqueda de una gran teoría reunificadora  del conocimiento que pueda ser aplicada a todos los ámbitos, como pretendía la Teoría General de Sistemas. Otros más consideran que el camino hacia la interdisciplinariedad es inevitable y necesario pues cada vez resulta más difícil delimitar qué situaciones pertenecen a un determinado campo de conocimiento y cuáles a otro, lo que ha terminado por originar nuevas áreas del conocimiento que definen su objeto de estudio en torno a los límites o fronteras en disputa de varias especialidades, tal es el caso de la bioquímica y la físico-matemática, por ejemplo. “Cada vez son más numerosas las especialidades que pugnan entre sí por ámbitos de intervención profesional, porque consideran que tal o cual parcela de conocimiento y acción les pertenece en exclusiva (...) una de las soluciones que últimamente se acostumbra a adoptar es la de constituir un nuevo campo del conocimiento que abarque las parcelas en disputa, tal es el caso de disciplinas y profesiones como la bioquímica, geofísica, agroquímica, psicopedagogía, sociobiología, etnomusicología...” (Torres, op.cit. : 49).

Lo cierto es que la interdisciplinariedad:

  • Es una vía que surge para superar la limitación del especialismo no integrado.
  • Las ciencias que conforman el ámbito interdisciplinario no necesariamente parten de un método común, pero si de una meta común.
  • Es una instancia de madurez de las disciplinas. La interdisciplinariedad no es un agregado o suma de disciplinas ni adición de contenidos, sino una instancia que va más allá de las disciplinas. No obstante tampoco significa que las disciplinas particulares se destruyan o pierdan su identidad. No se anulan sus cualidades esenciales ni posibilidades.
  • Se funda sobre la base disciplinaria. Las disciplinas no se reducen a las interdisciplinas, no se explican por la interdisciplinariedad ni encuentran en ella su razón y sentido. En cambio, las disciplinas pueden comprenderse como pilares de una instancia que las trasciende. Sin disciplinas, la interdisciplinariedad no existe.
  • Debe potenciar las disciplinas. Las disciplinas deben encontrar que la interdisciplina es un espacio donde pueden contribuir efectivamente con su aporte a la configuración de un todo interdisciplinario, es decir, no se anulan o disminuyen sus potencias en busca de un fin común.
  • Reúne, conecta e integra criterios disciplinarios. La interdisciplina reúne a las disciplinas en un tema común, no las unifica, sólo las reúne, convoca, coloca frente a frente y les da un sentido temático. Produce condiciones de posibilidad (dadas por el tema común al que dirigen sus  aportes) para relacionar las disciplinas, las conecta. La interdisciplinariedad también integra a las disciplinas, lo que significa que pone una meta común al trabajo disciplinario pero no a las disciplinas. Cada disciplina tiene su tarea específica, su lógica interna, historia y problemas específicos. La interdisciplinariedad al reunirlas y conectarlas las pone a trabajar , pues ese trabajo tiene un objetivo, una meta, sólo que en este caso es compartido por varias disciplinas en el momento y la situación dada interdisciplinarmente.
  • Es una instancia de diálogo entre disciplinas. Cada disciplina se enriquece con el trabajo interdisciplinario. La interdisciplinariedad deja como saldo la necesaria apertura de las disciplinas, su renovación autoconceptiva. El trabajo interdisciplinario no es un encuentro casual entre disciplinas cerradas. Hace saltar a la vista la unidad temática de la multiperspectiva.

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Finalmente, diremos que la interdisciplinariedad no es sólo un planteamiento teórico, es ante todo una práctica. “Su perfectibilidad se lleva a cabo en la práctica, en la medida en que se hacen experiencias reales de trabajo en equipo, se ejercitan sus posibilidades, problemas y limitaciones. Es una condición necesaria para la investigación y la creación de modelos más explicativos de esta realidad tan compleja y difícil de abarcar. (Ibidem :69).G
Referencias bibliográficas

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