34 Nuevos Profesionistas

Eduardo Espinosa Herrera

El pasado 21 de Diciembre de 2001, egresaron de nuestras aulas 34 nuevos profesionistas que se incorporan a la vida productiva de Puerto Vallarta.

Nuestra institución entregó a la comunidad doce Licenciados en Ciencias de la Comunicación, seis Licenciados en Derecho, siete Licenciados en Negocios Internacionales y nueve Ingenieros en Comunicaciones y Electrónica.

El caso de los Licenciados en Negocios Internacionales e Ingenieros en Comunicaciones y Electrónica, merece una mención especial, pues son pioneros de su profesión en Vallarta, en tanto que representan la primera generación de egresados en estas dos carreras.

Vaya para todos estos nuevos profesionistas nuestras felicitaciones más sinceras y el deseo ferviente del éxito por venir en el ejercicio de su profesión. ¡Felicidades!

Durante el acto académico, las autoridades de la institución destacaron la importancia de la educación, la ciencia y la tecnología en la vida de las naciones, y se instó a los egresados al cumplimiento de tres tareas inherentes a la responsabilidad de todo individuo que ha tenido la oportunidad de recibir una educación profesional, especialmente en un país como el nuestro:

•  Entender su papel como individuo educado , poseedor de los saberes de su colectividad y obligado por ello a devolverlos en forma de propuestas y soluciones a los problemas que aquejan a su sociedad

•  Desarrollar una profunda conciencia social que implica, precisamente, el aceptar que forma parte de una colectividad de la cual obtienen sus oportunidades de desarrollo y a la cual tiene que entregar el producto de su formación para enriquecerla y llevarla a mejores niveles de vida. Ello implica aceptar que sus conocimientos no son su patrimonio individual sin una herencia que la colectividad le hace para enriquecerle como persona, pero también para ponerlos a disposición de las necesidades de su comunidad.

•  Asumirse como agente de cambio o transformador de su sociedad , buscando evitar el individualismo y fomentar el altruismo, inhibir la competencia como directriz de la acción y suplirla por acciones cooperativas y solidarias. Eliminar las actitudes de pasividad e indiferencia ante los problemas sociales y naturales, por un práctica comprometida y responsable; acabar con el dogmatismo y los prejuicios a cambio de la tolerancia y la apertura; sustituir el miedo al cambio por la conciencia del dinamismo del mundo y la consiguiente disposición a experimentar lo nuevo, en fin... suplir el conformismo por una praxis transformadora. Porque un profesionista, un hombre educado en el sentido más pleno de la palabra, debe ser el motor de un verdadero desarrollo social, responsable a la vez del cuidado de su entorno natural y por supuesto, será también un ser humano más completo.

Finalmente, se habló de que la victoria es para quienes perseveran, identificando con ello la lucha diaria, el tesón y la entrega realizados por estos estudiantes para completar su formación profesional, formación que les compromete y les inicia en el ejercicio de la libertad.