Ciencias de la Comunicación y Nuevas Tecnologías en el Siglo XXI:
Retos y Realidades para la Educación Superior
Gabriela Scartascini Spadaro
Algunas ideas primeras
Reflexionar acerca de las Nuevas Tecnologías genera múltiples puntos de vista acordes con el espacio de cuestionamiento y el área de conocimiento que se ha puesto en consideración. En el caso de la educación y la investigación académica, se presentan detractores del uso de estos recursos como herramientas en nombre de que, sus usuarios, se proyectan como seres individualistas y enajenados. Por otro lado, se descubren sus defensores, desde los tibios y temerosos hasta aquéllos que la valoran a ultranza. Dentro de este espectro de tendencias, y como muestra de la innegable presencia de las Nuevas Tecnologías en el desarrollo mundial, algunos organismos internacionales se han permitido incorporar dentro de sus objetivos primordiales, su uso con el fin de señalar que, a mayor utilización de ellas, mayor será el crecimiento y la democratización del mundo globalizado. Tal es el caso de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura - UNESCO (2001, 24) cuando destaca que “las tecnologías de la información y la comunicación ofrecen la posibilidad de ampliar el ámbito de aprendizaje superando las limitaciones tradicionales de espacio y tiempo y las fronteras de los sistemas educativos actuales” 1 .
En el caso del Centro Regional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe – CRESALC, en coordinación con la UNESCO, este organismo señala, entre sus objetivos generales “garantizar que la educación en general, y la superior en particular, sean instrumentos esenciales, de valor estratégico, para enfrentar éxitosamente los desafíos del mundo moderno y para formar ciudadanos capaces de construir una sociedad más justa y abierta, basada en la solidaridad, el respeto de los derechos humanos y el uso compartido del conocimiento y de la información” 2 .
Si nos adentramos en la política educativa y académica de México, dentro de las líneas de acción que se proyectan desde el Plan Nacional de Educación 2001-2006, se subraya el compromiso de “fomentar, entre los alumnos, maestros, directivos y padres de familia, la cultura del uso de las tecnologías de la información y la comunicación” 3 ya que, dentro de los objetivos primordiales del Plan figuran conceptos como calidad, equidad y competitividad.
Todas estas implicaciones que se relacionan con la educación básicamente, cobran importancia en distintos niveles de la vida académica o laboral ya que el poseer información y conocimientos se ha vuelto un requisito indispensable para “pertenecer” al mundo del siglo XXI.
Comunicación, conocimiento y competitividad
Poseer conocimiento acerca de un objeto implica lograr una conciencia clara acerca de los beneficios y las aplicaciones o funciones del mismo así como establecer la búsqueda y la proyección de presupuestos generales históricamente dinámicos. En el caso de la relación entre las Ciencias Sociales y las Nuevas Tecnologías, no podemos obviar el hecho de que la ciencia, cualquiera sea, no es neutral y se desarrolla en un plano social. Siguiendo a Segovia Pérez (2000) 4 , señalo que la ciencia y la tecnología se relacionan con las otras áreas del acontecer humano, desde la lucha por el poder hasta la posibilidad de obtener mayores recursos para la investigación puesto que la ciencia impacta en la vida cotidiana.
De acuerdo con la ANUIES, “el desarrollo de las naciones dependerá, fundamentalmente, de la capacidad de generación y aplicación del conocimiento por su sociedad” 5 . Siguiendo esta premisa, es claramente visible el rol preponderante que juegan los medios de comunicación y sus agentes para lograr que la información y el conocimiento se “desplacen” lo más rápidamente posible por el mundo. ANUIES agrega que “el valor estratégico del conocimiento y de la información para las sociedades contemporáneas, refuerza el rol que desempeñan las instituciones de educación superior” 6 . Luego de esta afirmación, queda absolutamente señalada la estrecha relación entre una carrera universitaria como Ciencias de la Comunicación y la sociedad en la cual se inserta. Por ello, es prioritario presentar en los planes de la carrera, tanto a nivel de plan de estudios como en el desarrollo curricular de las materias, aspectos concretos ligados a la implementación de Nuevas Tecnologías, esto con el fin de poder ir formando a los estudiantes para el mundo laboral que los espera, hecho que aún no ha cobrado efectiva vigencia en algunos centros universitarios.
A su vez, “en el contexto mundial de la educación superior, la producción y la transferencia de conocimientos científicos y técnicos están estrechamente vinculados al desarrollo de las tecnologías de información y comunicación, que aseguran la productividad nacional y garantizan la competitividad en los mercados internacionales” 7 . Tal como afirma Rocío Amador Bautista, las nuevas tecnologías se hallan directamente relacionadas con el conocimiento de la propia competitividad. Ahora bien, no sólo en la educación superior se presenta esta particularidad; en otras áreas del desarrollo humano es evidente que quienes utilizan medios tecnológicos más avanzados, responden con mayor celeridad a estudios, análisis o propuestas de presentación de informes de diversa índole. Para ellos, basta comparar ponencias presentadas en Congresos relacionados por ejemplo, con las Ciencias Sociales, en los cuales participan miembros de países en vías de desarrollo y países industrializados: el despliegue y la actitud presencial así como el aporte de unos y otros es desigual. Sobresalen y se destacan, en cuanto al uso de materiales quienes los utilizan como medios cotidianos mientras que, para otros, es todavía una apuesta a un futuro difícil de alcanzar; un futuro que les señala que, en el presente, sus propias fuerzas se hallan en desventaja.
En cuanto a la Costa Norte del Estado de Jalisco y, en particular, el Municipio de Puerto Vallarta, el rezago vivido durante años en esta región, tanto en posibilidades de actualización a los maestros como en el ofrecimiento de medios, tecnologías y oportunidades en el estudiantado, es la causa generadora de que los mismos jóvenes del lugar no se hallen motivados para poder enfrentar la competencia que implica vivir y desarrollarse en el mundo del siglo XXI. Lograr, en primera instancia el conocimiento, y luego la presencia activa y el uso cotidiano de las nuevas tecnologías en el área de Ciencias Sociales favorecerá el desarrollo de las mismas en la investigación de cualquier institución u organismo que se desempeñe en este ámbito del quehacer humano.
Referencias reales e innegables
Aplicar las Nuevas Tecnologías como herramientas generadoras de espíritu crítico permitirá, a quienes participen de los procesos de conocimiento e implementación, garantizar competitividad y seguridad debido a las ventajas concretas que ofrecen. Ellas deberán formar parte de nuestra vida académica y profesional para hacer frente a la demanda que se requiere y que implica desarrollarse en el mundo del siglo XXI, Sólo resta, entonces, aprenderlas, aprehenderlas y transmitirlas.
Cualquiera sea el ámbito de referencia, es ineludible que la aproximación a aquellos elementos que nos llevan a una evolución del pensamiento serán los que no nos aíslen ni del presente ni de sus oportunidades.
Las ciencias han evolucionado a la par de la historia del hombre, tanto en su epistemología como en técnicas e ideologías. Podemos agregar que, en el siglo XXI, no existe ciencia sin conciencia. Por ello, es imperativo no aislarse de los nuevos descubrimientos que van surgiendo ya que perdemos capacidad de respuesta, calidad en nuestro trabajo y nos incomunicamos de los centros que producen las nuevas pautas de desenvolvimiento.
Dentro de las Ciencias Sociales, existen disciplinas que requieren de tipos de trabajo que se han visto beneficiados por el uso de las Nuevas Tecnologías. Tal es el caso de los trabajos de campo en relación con la historia oral que se realizan desde un punto de vista antropológico. En ellos, la utilización de las Nuevas Tecnologías (recopilar materiales fotográficos de los archivos familiares o documentos, por ejemplo, de principio de siglo XX y archivarlo en CD´S o la creación de una página multimedia por cada familia forjadora de una comunidad) ha permitido la recopilación y conservación de materiales que podrán ser publicados, a posteriori, ya que se cuenta con ellos aun cuando la investigación de campo haya terminado.
Otro ejemplo de la utilidad de las Nuevas Tecnologías en la aplicación en las Ciencias Sociales lo constituye el uso de la Internet para recuperar y actualizar información acerca de los avances que se realizan en las distintas disciplinas. En el caso de la Historia, el hecho de acceder a revistas, congresos e investigaciones actualizadas, permite avanzar en el propio trabajo en cuanto a ideas, técnicas o comentarios. En el área de la Geografía, la utilización de la Internet, permite investigar o enseñar todo aquello relacionado con la Geografía espacial, satelital o ambiental con materiales actualizados.
A su vez para las Ciencias de la Comunicación, completamente adaptadas a la velocidad de la información y a una sociedad ávida por estar conectada al mundo y sus acontecimientos, la utilización de estas herramientas es una necesidad cotidiana, tanto para los acontecimientos diarios como para la realización de investigaciones periodísticas, reportajes o artículos de opinión. Aislar a esta disciplina de su relación con los nuevos recursos que ofrecen las tecnologías implicaría descontextualizarla de la función que cumple en la llamada Sociedad del Conocimiento o Sociedad de la Información.
Poner a disposición de quienes se interesen en el estudio de las Ciencias de la Comunicación las herramientas y estrategias a las que se puede acceder mediante el uso de las Nuevas Tecnologías, repercutirá en beneficios tanto educativos como culturales ya que se logrará un mejoramiento y máxima eficacia tanto en los procesos de enseñanza-aprendizaje así como en labores académicas o laborales.
Por cierto, existen algunos riesgos que se comienzan a evidenciar por la falta de acercamiento a las Nuevas Tecnologías: falta de actualización bibliográfica y documental, desinformación en el manejo de conceptos, técnicas o modelos a desarrollar, desconocimiento de la utilidad y los beneficios que implica su uso y la descontextualización de lo que ocurre en términos académicos en el área de desarrollo particular. Hoy en día, los investigadores científicos en general, requieren de su computadora y la actividad interactiva que ella le permite obtener para no quedar aislados del mundo.
Es necesario tomar una posición activa frente a la ciencia con el fin de poder ejercer nuestros propios valores frente al avance de la misma.
Por último, si el siglo XX se caracterizó por la introducción de las tecnologías en general, el Siglo XXI será el tiempo para consolidar el desarrollo de las Nuevas Tecnologías en su relación con las Ciencias de la Comunicación ya que las ciencias deben adaptarse e incorporar los cambios que se producen en la evolución humana pues esto forma parte de los principios de su propia evolución y supervivencia.
Bibliografía consultada
UNESCO (2001) Proyecto 31 C/4- Estrategia a Plazo Medio. Contribución a la paz y al desarrollo humano en una era de mundialización mediante la educación, las ciencias, la cultura y la comunicación, Francia, UNESCO
- www.anuies.mx “La educación superior en México y los países en vías de desarrollo desde la óptica de los organismos internacionales”.
- Plan Nacional de Educación 2001-2006 (2001), México, Secretaría de Educación Pública.
- Segovia Pérez, José (2000) Investigación educativa y formación del profesorado, España, Editorial Escuela Española.
- www.anuies.mx “Situación, tendencias y escenarios del contexto de la Educación Superior”
- ibidem
- AMADOR BAUTISTA, Rocío (1995) “Universidad y telecomunicaciones. URBI ET ORBI”, en Nuevos medios, viejos aprendizajes. Las nuevas tecnologías en educación. Alejandro Acuña Limón (Coordinador). México, Universidad Iberoamericana. G
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