Dinámica Scartascini

Ana Cecilia Espinosa Martínez

Como resultado de los cambios que buscamos implementar en Vis ón Docente Con-Cienc a , incluiremos en delante una serie de dinámicas que pueden ser de utilidad para la práctica de la docencia.

No obstante, antes de iniciar con la descripción que corresponde, deseamos recordar al lector que las dinámicas y técnicas grupales representan una herramienta útil para diversificar las posibilidades del proceso educativo, para enriquecerlo, pero que de ninguna deben concebirse como una receta última y segura, como la panacea que proporcionará automáticamente y de forma inmediata la solución a todas las problemáticas y situaciones que interesa resolver al interior de las aulas.

Hecha esta acotación: ¡comencemos!

La dinámica que he escogido en esta ocasión para difundir es una experiencia que recogí de una compañera docente -de ahí que lleve su nombre.

La elección fue hecha en función de la preocupación genuina que he advertido en nuestra planta de maestros por fomentar e incrementar los índices de lectura e investigación entre los estudiantes.

La Dinámica Scartascini está orientada precisamente a enfatizar la importancia de la lectura –actividad íntimamente relacionada con la investigación y la formación profesional- pues busca evidenciar las ventajas y habilidades que quien la práctica puede conseguir, a saber: adquirir conocimientos sobre la materia que se lee; aprender a leer entre líneas, es decir a interpretar los contenidos e ideas no necesariamente explícitos de los escritos; desarrollar las capacidades de análisis y síntesis y los procesos inductivo-deductivos del pensamiento; incrementar el vocabulario y mejorar la expresión escrita y verbal; incrementar las posibilidades de construir una argumentación coherente en torno a una temática; mejorar la ortografía, entre otras.

•  Objetivos de la dinámica

Despertar el interés por la lectura a partir de crear conciencia sobre su importancia y sus ventajas

•  Recursos materiales

Una hoja de papel y un lápiz para cada participante

•  Tiempo de duración

En general 30 minutos será suficiente, pero el coordinador de la dinámica puede incrementarlo a discreción según las necesidades del grupo.

  •  Número de participantes:

Ilimitado

•  Desarrollo de la dinámica :

•  El facilitador entregará a cada uno de los participantes una hoja de papel y un lápiz

•  A continuación pedirá a los participantes que hagan un listado de todas las obras bibliográficas que hayan leído durante su vida. Les dirá también que no importa el género de la obra, pueden ser desde novelas hasta libros técnicos. Se dan 10 minutos para realizar la actividad.

•  El facilitador pide a los participantes que de esa lista que han hecho señalen con un asterisco todas las obras de las que puedan escribir 2 cuartillas (dos páginas). Se dan de 3 a cinco minutos.

•  Después pedirá que de esa nueva lista generada, es decir la señalada con un asterisco, agreguen un segundo asterisco a aquellas obras de las cuales puedan escribir 4 cuartillas (cuatro páginas) Se dan de tres a cinco minutos.

•  Repite la instrucción y pide agreguen un tercer asterisco para aquellas obras de las cuales el participante pueda escribir 6 cuartillas.

•  Una vez que se han ejecutado las instrucciones, el facilitador pedirá al grupo la participación voluntaria de dos personas (“A” y “B”) para terminar la dinámica. Inmediatamente después pide a estos dos participantes que intercambien sus listados. El participante “A” elegirá del listado de su compañero una obra de las señaladas con tres asteriscos y le pedirá entonces al participante “B” que por al menos un minuto comparta con el grupo el contenido de la obra elegida. Se toma tiempo pero se hace la acotación de que aquél puede seguir con su relato si lo desea.

•  Se escucha el relato.

•  Se llega a conclusiones.

•  Instrucciones especiales y variantes

• 

El facilitador puede elegir por sí mismo la pareja “A” y “B”, para asegurarse que quien hace el relato, efectivamente ha leído la obra y sea entonces posible evidenciar las ventajas del hábito de la lectura. La percepción de esas ventajas por parte del grupo de manera vivencial será especialmente motivante si el participante “B” se muestra seguro y construye un relato coherente.

•  En caso que el participante “B” no logre el objetivo, el facilitador apuntará que es sólo un ejercicio reflexivo para no condenarlo, pero orientará las conclusiones hacia reflexionar sobre las carencias y desventajas que genera la falta de interés por la lectura, versus las ventajas y habilidades que pueden conseguirse con ella. En ambos casos el desarrollo de las tareas sugeridas por el facilitador durante el desarrollo de la dinámica, tendrá un efecto motivador y de reflexión en los participantes. G

 

 


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NO. 5