¿Crisis Mundial de Agua?

Alejandra Espinosa Martínez

La estadística suele presentarnos un panorama alentador respecto al agua como el recurso más abundante del planeta, pues se sabe que 97% de la superficie terrestre está cubierta por agua. Sin embargo , son también las estadísticas las que nos hacen cambiar la perspectiva, pues la mayor parte del agua del mundo, presenta muy pocas posibilidades para consumo humano, ya que 97.5% del total es agua salada, quedando sólo un 2.5% de agua dulce, además, de este 2.5%, sólo un 1% es agua dulce de superficie fácilmente accesible, conformada por lagos, ríos, humedad del subsuelo y vapor de agua, mientras que el 99% restante se agrupa en casquetes de hielo, glaciares y agua subterránea.

Así, el problema de suministro de agua se convierte no sólo en un problema de disponibilidad, sino de calidad y accesibilidad, pues el agua disponible no se encuentra equitativamente distribuida, de aquí deriva la existencia de zonas con mayor escasez de agua.

Por ejemplo, aún cuando en nuestro país precipita un volumen de 1522 km 3 de agua, uno de los principales problemas es que esta precipitación es muy escasa en el norte de la República y muy abundante en el sureste y las regiones del Golfo y el Pacífico; además, existen temporadas en que la disponibilidad de agua disminuye debido a la variación de la lluvia, siendo esto lo que determina los problemas de escasez y sequía que viven algunos estados como Zacatecas, donde se ve gravemente afectada la producción agrícola y ganadera.

Mundialmente la disponibilidad de agua oscila entre los 12500 y 14000 millones de m 3 de agua por año para uso humano, no obstante se estima que desde 1900 a la fecha, la demanda de agua se ha multiplicado por seis, esto debido al desmedido incremento de la población mundial, pues para el año 2025 se alcanzarán los 2.8 miles de millones de habitantes, dicha sobrepoblación ha traído como consecuencia que la disponibilidad de agua per cápita por año se vea notablemente disminuida, por ejemplo en 1970 esta disponibilidad era de 12900 m 3 /persona, mientras que para el año 2025 se presume que ésta descenderá hasta los 7600 o 5100 m 3 /persona.

Por otro lado, de acuerdo con la UNESCO en 1995 31 países sufrían de escasez de agua y tensión hídrica, así, para el año 2025 serán 54 países los que padecerán estos problemas.

Si a las estadísticas anteriores se añaden otros factores como el deterioro de los mantos acuíferos, la deforestación, el cambio de uso del suelo, las descargas de aguas residuales y otros contaminantes como detergentes, pesticidas, sustancias radiactivas y derivados de petróleo que provocan grandes impactos ambientales en todos los recursos acuáticos, ¿qué podemos esperar y concluir de la situación anteriormente planteada?

Primero, debemos entender que las actividades humanas han modificado el ciclo hidrológico, de manera irreversible, de modo que, el agua, antes considerada como un recurso renovable, ha visto alterado su tiempo de regeneración, convirtiéndose en un recurso no renovable. Con esto queda claro que el agua dulce es un recurso finito y que si en las próximas dos décadas no se llevan a cabo acciones contundentes, una crisis mundial de agua será inevitable y los países del mundo se enfrentarán en guerras sangrientas, no por riqueza o por poder, sino por la escasez de agua, pues a diferencia de recursos como el petróleo y otros combustibles, el agua no podrá ser sujeto de importaciones y exportaciones, pues dicho proceso sería incosteable.

Quizás para muchos el panorama resulta tan oscuro como lejano, sobre todo cuando se tiene la facilidad de disponer del recurso con el simple hecho de “abrir la llave”, pero esta realidad se vuelve cada vez más evidente y no podemos de ninguna forma excluirnos de ella pensando que las consecuencias de nuestros actos presentes serán afrontadas por generaciones futuras. Las consecuencias ya se viven hoy, cuando existen poblaciones enteras cuyo desarrollo se ve trastornado por la falta de agua o porque han contaminado el suministro del cual dependen a grado tal que ya no puede ser utilizado. De este modo, en los próximos 20 años deberán llevarse a cabo varias acciones para evitar una crisis mundial de agua; la industria y la agricultura deberán dejar de contaminar el agua, para tal efecto la legislación debe buscar la manera de incentivar a ambos sectores, de forma que los proyectos ambientales sean visualizados como una inversión y no como un gasto, es decir la industria debe convencerse que este tipo de proyectos puede ser altamente redituables; que el pago por metro cúbico de agua sea el real, pues el pago justo contribuirá a disminuir el despilfarro y cooperará en la adopción de una cultura por el buen uso del agua, aunque deberá estudiarse cuidadosamente el rubro de los subsidios para las clases más necesitadas; la normatividad deberá ejercer una regulación eficiente sobre el uso de este recurso y deberá ser objeto de actualizaciones, de modo que se tenga mayor certidumbre sobre los derechos del agua; los líderes políticos deberán hacer frente a las dificultades, conflictos y necesidades de las poblaciones que se enfrentan a la escasez de agua.

Sin lugar a dudas los problemas ambientales que enfrentamos son sumamente complejos, pues involucran factores sociales, económicos, políticos, culturales y ambientales, por lo que deben ser atendidos de una manera integral, así, la participación ciudadana resulta indispensable en un problema que nos atañe a todos, entonces, debemos reflexionar sobre nuestra participación activa y responsable en la problemática ambiental, pues es evidente que requerimos de un cambio de manera de pensar y de actuar, de un cambio de cultura y de hábitos que nos permita lograr un mayor avance y desarrollo, sin comprometer el equilibrio ambiental, de manera que podamos mantener, lo que todos compartimos... la vida.

Glosario:

Escasez de agua: disponibilidad percapita de 1000 m 3 /año

Tensión hídrica: disponibilidad percapita que oscila entre los 1000 y 1700 m 3 /año

1m 3 [ = ] 1000 litros

  Fuentes:

www.unesco.org

www.cna.gog.mx

ww.erres.org.uy/agua.htm (página del Instituto Hidrológico de St. Petersburgo, Rusia)


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NO. 8