EL ART-NAAC

Jorge Meunier Valladares

¿Qué es el ART-NAAC y qué objetivo persigue?

El arte de navegar en una arquitectura de la armonía cósmica o ART-NAAC es una concepción de quien ahora escribe.

El ART-NAAC retoma como antecedente la filosofía de las culturas mesoamericanas: su forma de concebir el mundo, de plasmar en lo cotidiano la traducción que de él se hace, la forma de organizar la vida, de transitar y trascender en ella.

La pretensión es rescatar y emplear estas filosofías, netamente nuestras, como fundamento y marco orientador de la arquitectura mexicana de nuestro tiempo.

Antecedentes

Sabemos de la existencia de filosofías interesantísimas que tendemos a importar, pero que son al fin ajenas a nuestra cultura. Pongamos el caso de la filosofía china, que es en muchos sentidos distinta a la cultura americana:

La filosofía china tiene nada o muy poco que ver con lo americano, es en muchos sentidos contraria: concretamente en el caso de México, no somos un país cercano, no practicamos el taoísmo o similar, no somos raza amarilla, no escribimos chino, no practicamos la filosofía de la naturaleza ni practicamos la meditación. Nuestra ubicación geográfica es totalmente opuesta. Nuestra filosofía e incluso alimentación son también totalmente diferentes; y sin embargo le permitimos la entrada, olvidando la propia cultura e idiosincrasia.

Poseemos una tendencia negativa a soslayar nuestra cultura. No obstante que ésta es rica en formas y contenidos, en historia y aportaciones, la presencia e influencia de filosofías foráneas prevalece en diversos campos del conocimiento, donde la arquitectura no constituye la excepción.

Y sin embargo...

Durante la conquista de América, por ejemplo, quienes llegaron a nuestras tierras vieron con asombro la magnificencia de algunas de las construcciones hechas por los nativos; prueba de la riqueza de la cosmovisión de las antiguas culturas americanas.

Como lo mencionara Bernal Díaz del Castillo, cronista de la Nueva España:

“Nunca hemos visto en todo occidente y en todo oriente algo tan maravilloso como Tenochtitlán y cultura tan organizada, armoniosa y equilibrada. Parece un sueño. Algo mágico, fantasioso, esotérico y maravilloso. Como estar en el cuento de las mil y una noches”

¿Cuáles son las razones que explican la tendencia citada? Pueden esgrimirse muchas, pero esencialmente la ignorancia, la falta de conocimiento de la propia cultura es la cuestión que favorece y explica esta situación, al menos desde mi particular punto de vista.

Esta visión tiene efectos negativos, pues se extiende a otros espacios. Este es el caso de algunos maestros y filósofos de oriente que consideran que otras culturas tienen poco que ofrecer acerca de una filosofía del cosmos, en relación con las filosofías que ellos han desarrollado y que son aplicables a diversas áreas de conocimiento -incluyendo la arquitectura- y a diversos procesos de la vida, como la teoría del feng-shui”, cuya filosofía se fundamenta en profundos estudios de la naturaleza y las energías del planeta:

“Cómo en Occidente es imposible guiarse por una ley propia, sólo se puede apreciar como auténtico el uso del feng-shui y así lograr un equilibrio de ritmos y energías, que afectan al planeta y particularmente a nosotros, (el género humano)”

Quienes esto afirman, ignoran la riqueza de nuestras antiguas culturas en América y la pureza y armonía que distingue a su cosmovisión.

Ciertamente, el continente americano ha tenido desde hace ya seis o siete siglos su propia filosofía de vida; cuyas culturas poseían una percepción de la vida inigualable. Tales culturas fueron estudiosas, entre otras cosas, de las energías que fluyen en el universo y buscaban la manera emplearlas favorablemente.

Según mis investigaciones los aztecas, teotihuacanos, zapotecas e incas empleaban

unidades de proporción armónicas cósmicas: Upacs en campos variados: la medicina, la religión, la arquitectura, la pintura, la escultura, los negocios, las guerras, la ubicación de terrenos, las siembras e incluso para pronosticar eventos importantes como la aparición del hombre blanco.

La guía de porción “ upac ” utilizaba la astronomía como fundamento y no la naturaleza de la tierra.

Estas culturas sabían también de astrología y de los ciclos lunares, del movimiento de la tierra y del conocimiento y la fuerza del espíritu.

Conocieron la rueda y el cero, antes de la llegada del hombre blanco y mucho antes que un oriental pisará estas tierras.

La trinidad más perfecta para estas tribus, en los casos mencionados eran:

•  Sol y luna (luz y oscuridad),

•  Tierra (lo humano-el cuerpo) y

•  Las estrellas (lo espiritual.

El upac (unidad de proporción armónica cósmica) es una figura que indica los nueve puntos donde se concentran los magnetismos positivos y negativ

os para cada ser viviente, los hay en los árboles, las plantas, los animales y en el hombre.

Así las upacs no son otra cosa que una guía basada en dibujos, donde es posible localizar el origen de la energía de las personas y cuyo estudio permite conocer la mejor forma de equilibrar dichas energías en el entorno físico a fin de hacer sentir bien al individuo, digamos que son el descifrador o identificador de la identidad propia de cada ser dentro del cosmos.

Los conos y las upacs son la magia y la esencia del cosmos y del universo, son la armonía y la melodía de todo lo que nos rodea; el principio y fin de la existencia de todas las cosas. 1

Postulados

Así, algunos postulados que se desprenden de la filosofía de las culturas americanas citadas y de los que parte el ART-NAAC son:

•  Todo lo que existe en el universo, posee energía.

•  Los seres humanos al momento de nacer gozamos de tales energías (tenemos en ese momento influencias planetarias y también de la luna y del sol que son lo más próximo a la tierra)

•  somos por tanto sujetos únicos (logramos un aura personal que nos identifica como seres únicos dentro del cosmos)

•  Todas estas energías fluyen a través de nuestro cuerpo y por nuestros sentidos, no son visibles, son insaboras y difícilmente tangibles, no obstante nos afectan a tal grado que la falta de ellas o su exceso podría causar la muerte.

•  No todas las energías son benéficas, de ahí que sea necesario conocerlas y aprender a equilibrarlas, para vivir armónicamente.

•  Los arquitectos de nuestras antiguas culturas conocieron y dominaron estos tipos de energía y les dieron uso

Aplicaciones a la Arquitectura

Para mí, ideal sería que el arquitecto de hoy en día conociera los tipos de energía que generan sus proyectos, sus construcciones, el empleo de materiales, aclarados, texturas, formas geométricas, inmobiliarios, luz, orientación, sonido... a fin de determinar si el contexto de las mismas afectará a los usuarios, de modo que se buscase lograr un equilibrio de energía convirtiendo los espacios en lugares armoniosos y agradables a las personas que han de habitarlos.

Para ello necesitará conocer el tipo de aura o energía magnética de los usuarios de las construcciones y proyectos a fincar, y en caso de no poder hacerlo, buscar que dentro de ellas se logre un ciclo neutralizador donde quienes convivan en esos espacios se sientan bien, cómodos. El arquitecto deberá por tanto tener la suficiente habilidad, destreza y sensibilidad para manejar estas situaciones. Se trata pues, de crear obras mágicas, hermosas, bellas, armoniosas.

En esta nueva forma de concebir la arquitectura, también es importante neutralizar las radiaciones a que estamos expuestos y que tanto nos afectan, me refiero a las provenientes de radios, computadores, televisores, celulares, teléfonos, hornos de microondas, refrigeradores..., que son situaciones que tienden a pasarse por alto.

No saber manejar este magnetismo propicia no sólo construcciones frías e incluso desagradables sino también: dolores de cabeza, nervios, tensiones incomodidad, estrés, asfixia, neurosis, miedo, en fin, disgusto al estar en ese lugar. Con la aplicación de esta nueva filosofía de construir, se puede lograr que la gente desee estar donde antes no quería estar, al mejorar el entorno de los espacios.

Nuevamente, se trata de hacer un estudio de las energías del usuario para concebir después los proyectos de construcción; de conocer que tipos de energía se han de dejar fluir y cuáles han de neutralizarse (pues la energía nunca desaparece) a fin de lograr un verdadera armonía: funcionamiento,-estética-proporción y equilibrio armónico cósmico en las construcciones, logrando con ello que éstas sean más agradables y favorables para los usuarios.

Mi opinión es que el arquitecto que realiza un estudio energético cósmico de sus clientes, podrá realizar proyectos nunca soñados y proyectos acordes a sus necesidades.

Debido a todo lo que he expuesto he recibido la sugerencia de diversas personas de nombrar esta nueva forma de concebir la arquitectura como:

•  el arte de curar las construcciones,

•  el “feng sui” mexicano o

•  la acupuntura maya en la construcción.

1 Para los mayas y teotihuacanos, el cono es la figura perfecta y existe evidencia de que la geometría que conocemos en la actualidad tiene sus orígenes en el cono divino de estas tribus.


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NO. 9